En América Latina ya existen 564 empresas de seguros de base tecnológica (Insurtechs, como se les conoce en inglés) y en 2024 la inversión para startups de este sector ascendió a 90 millones de dólares, con un panorama prometedor por el uso de tecnologías de vanguardia, aunque también con retos en materia regulatoria.
Además, las insurtechs cada día forman una mejor mancuerna con las aseguradoras tradicionales, al ser capaces de ofrecer productos emergentes como seguros bajo demanda, microseguros o pólizas paramétricas, lo que ha convertido a este sector en aliado de las empresas tradicionales, en lugar de una competencia, aseguró Pablo Tiscornia, director Ejecutivo del LATAM Insurtech y presidente de la Cámara Insurtech Uruguaya.
En el marco de la realización del Insure Americas, evento del sector que se llevará a cabo del 18 al 20 de marzo en Miami Beach en Estados Unidos, el directivo explicó que tecnologías como la Inteligencia Artificial, el análisis avanzado de datos y la automatización de procesos, forman parte ya del arsenal normal de estas empresas de base tecnológica.
A través de ellas, se ha logrado mejorar la suscripción de riesgos, optimizar la gestión de siniestros y personalizar las ofertas de seguros, lo que las diferencia de las empresas de seguros tradicionales donde la adaptación a la tecnología es mucho más compleja por distintas razones.
Sin embargo, las insurtechs no dejan de enfrentar desafíos, como lo demuestra el hecho de que alrededor del 30 por ciento de las empresas de este tipo que se encuentran en América Latina (con Brasil, México y Argentina como los países con más compañías), no están realmente activas, entre otras razones por las dificultades que enfrentan con el marco normativo y temas de financiamiento.
“En varios países de América Latina, la normativa aún no se ha adaptado completamente a las innovaciones tecnológicas, lo que ralentiza la implementación de nuevos productos y servicios. La capacidad de las startups para navegar este entorno regulatorio, será clave para su consolidación”, detalló.
Una de las características peculiares del sistema de insurtechs es que tienen mejores posibilidades de consolidarse si se internacionalizan. De hecho, las empresas que operan en varios países, más allá de su sede original, tienen hasta tres veces más posibilidades de permanecer que aquellas que concentran sus operaciones sólo en el país de origen.
Detalló que Uruguay es un caso particular, donde el mercado está creciendo, con dinamismo y fuerza en el ecosistema digital. “Con un entorno regulatorio en evolución y una creciente colaboración entre startups y aseguradoras, el país muestra un gran potencial para consolidarse como un hub regional en los próximos años”.
A diferencia de otros sectores donde las empresas de base tecnológica compiten con sus pares tradicionales, las insurtechs y las aseguradoras tradiciones de hecho colaboran y cooperan. “Lejos de ser una relación de competencia, cada vez más compañías de seguros están integrando soluciones tecnológicas mediante asociaciones estratégicas o programas de innovación abierta”.
De esta forma, las aseguradoras tradicionales pueden modernizar sus operaciones, en tanto las startups ganan acceso a recursos, clientes y experiencia regulatoria, lo que convierte al ecosistema en una asociación afortunada que va creciendo.
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