La comisión de Economía del Senado de la República planea discutir el próximo 14 de marzo el dictamen de una iniciativa que pretende imponer a fabricantes e importadores tecnológicos el pago de un canon por copia privada; sin embargo, especialistas advierten que esta cuota distorsionaría y frenaría la adquisición de dispositivos como smartphones y computadoras, principalmente entre la población con menores ingresos en el país.
“De acuerdo con los montos del canon digital propuestos en la Iniciativa de Ley, México se posicionaría como uno de los países con el monto más alto por canon digital en smartphones, entre los principales países del mundo, a pesar del menor poder adquisitivo de su población”, refiere consultora The CIU.
Además, al imponer de manera indistinta un monto fijo en smartphones, el canon es marcadamente regresivo, es decir, un teléfono inteligente de 8/16 GB pagaría una tasa aproximada del precio final de 5.0 por ciento, mientras que uno de 128 GB pagaría menos de 1.0 por ciento.
Las personas con mayor poder adquisitivo son aquellas que tienen la capacidad económica de adquirir un dispositivo de mayor precio, sin embargo, serán quienes pagarían menos en términos proporcionales a su nivel de ingreso.
“El canon digital propuesto colocaría a México como uno de los países en el mundo con el mayor canon en teléfonos inteligentes, a pesar del bajo poder adquisitivo que se ha mermado aún más con la crisis de COVID-19 y del menor nivel de adopción de la conectividad entre los países analizados”.
Esto provocará marcadas distorsiones y erigirá barreras significativas para la adopción y uso de la tecnología y herramientas digitales por parte de la población desconectada y con menores recursos económicos del país.
Por otro lado, el canon propuesto para computadoras encarecería la adquisición de estos dispositivos que habilitan el desarrollo de habilidades tecnológicas y acceso a herramientas de productividad y comunicación en medio de una coyuntura que requiere de acelerar la inclusión digital y tecnológica para hacer frente a la crisis pandémica.
“El canon digital solo distorsionaría y frenaría la adquisición de estos dispositivos para la población con menores ingresos en el país”, sostiene The Competitive Intelligence Unit (CIU).
- Pero… ¿Qué es la copia privada?
La consultora explica que se trata de la práctica por la que el consumidor compraba un formato virgen de casetes, CDs y DVDs para realizar reproducciones no autorizadas por los autores o quienes ostentaran los derechos respectivos para su uso personal.
Ante este fenómeno algunos países, especialmente aquellos europeos, emitieron regulaciones que gravan los precios de los formatos vírgenes con el fin de “compensar” a los creadores por el daño económico generado al realizar copias privadas, siendo la piratería el peor cariz de esta práctica.
“Décadas han transcurrido, la tecnología ha evolucionado y los consumidores han migrado su consumo de contenidos audiovisuales a formatos digitales como son la copia digital y, principalmente, el streaming”.
En la actualidad los ingresos generados por formatos digitales representan más de la mitad (58.9 por ciento) del total del mercado de música grabada a nivel mundial; el consumo y distribución digital (sin contabilizar streaming) ha experimentado un crecimiento promedio anual de 38.7 por ciento, entre 2003 y 2018.
De hecho, el streaming ha sido el formato de mayor crecimiento desde su introducción al mercado en 2005, año en el que registró una participación de 0.5 por ciento de los ingresos totales, y pasó a contribuir 46.6 por ciento de los ingresos totales en 2018.
Sin embargo, al presentar la iniciativa que busca aplicar lo que la industria considera un “moche digital”, los senadores Ricardo Monreal Ávila, Alejandro Armenta, Miguel Ángel Osorio Chong y Miguel Ángel Mancera, pasan por alto esta realidad, pues aunque hoy los dispositivos tecnológicos facilitan el almacenamiento, duplicación y distribución de copias privadas, esto no significa que los consumidores realicen copias en perjuicio de sus creadores.
Y es que, la propuesta legislativa pretende gravar todos los bienes con capacidad de almacenamiento, compactación, duplicación o reproducción, en cualquiera de sus modalidades conocidas o por conocerse, con el fin de compensar el supuesto daño que sufren los creadores y artistas, señala The CIU.
“El canon propuesto en México llega en un momento histórico desacertado e inoportuno, puesto que la tecnología ha modificado los hábitos de consumo de los usuarios”.
El canon digital resultaba conveniente hace algunas décadas cuando la creación de copias privadas tenía una mayor incidencia, por lo que la compensación por la vía de un canon cumplía su propósito. «El canon digital llegaría a México casi tres décadas después de establecerse en Europa».
La incidencia de este gravamen, que aplicaría desde CDs, DVDs, reproductores MP3, smartphones, televisores y hasta impresoras y escáneres, será directa para el consumidor final, al obligar a los fabricantes, importadores, distribuidores y comercializadores a incluir en su precio este gravamen, lo que encarecerá estos bienes.
La consultora advierte que un alza de precios conllevaría a una contención en la adquisición de nuevos equipos, a un aumento en la frecuencia promedio de reemplazo de smartphones orillando a las personas a optar por equipos de gamas más bajas.
C$T-GM