Si lo permiten, solo 5.0% regresaría a la oficina.
El largo periodo de confinamiento y la acelerada fase de digitalización empresas despertó entre los mexicanos igual que en el mercado global, el interés por mantener el modelo de trabajo híbrido bajo el escenario denominado “nueva normalidad”, cuando antes de la pandemia un porcentaje muy amplio de los empleados trabajaba en oficinas y sólo un tercio había experimentado ese modelo en el ámbito laboral.
“A futuro, si hubiera la posibilidad de elegir alguna forma de trabajo, seis de cada 10 trabajadores visualizarían una forma de trabajo híbrida, mientras que uno de cada tres preferiría totalmente el empleo remoto”, señala el estudio “Decodificando el Talento Global 2021”.
En el análisis realizado de manera digital a partir de 208 mil encuestados del mercado global, de los cuales 2 mil 307 fueron de México, reveló que si bien el trabajo a distancia es una oportunidad, la pandemia por el COVID-19 ha cambiado paradigmas de cómo las personas quieren trabajar, en qué lugar y bajo qué condiciones.
Así, en México, antes de la pandemia las diferencias entre el trabajo remoto, el trabajo híbrido y en oficina estaban muy marcadas, con 5.0, 30 y 65 por ciento respectivamente, sin embargo, para finales de 2020, tras varios meses de confinamiento, la proporción fue similar entre las tres formas de trabajo, con 32, 34 y 34 por ciento, respectivamente, sin que disminuyera la productividad.
Sin embargo, pensando en un futuro cercano y si tuvieran la opción de elegir, sólo 5.0 admitió que le gustaría regresar a la oficina, mientras que un 34 por ciento dijo preferir el trabajo remoto y 62 por ciento de los encuestados se pronunciaron a favor del trabajo híbrido.
Pero mientras que a nivel global las buenas relaciones de trabajo y un buen balance de vida-trabajo son las principales preferencias laborales; en México, las personas buscan tener más posibilidades de desarrollo profesional y capacitación, así como desempeñar su actividad laboral en empresas con estabilidad económica.
De acuerdo con los resultados del estudio, esta reconfiguración plantea diversos retos para las organizaciones, pues si bien la mayoría de las personas se vieron beneficiadas con nuevas habilidades digitales que adquirieron durante la fase crítica sanitaria, los empleadores tendrán que desarrollar una estrategia para optar por el empleo remoto y sobre todo ayudar a los empleados a tener una capacitación continua.
Decodificando el Talento Global 2021, destacó que bajo las condiciones que impone la nueva normalidad, es importante que las organizaciones proporcionen las herramientas adecuadas, ya sea nuevos mecanismos, así como la correcta infraestructura para laborar tanto en casa como en la oficina, sin olvidar la importancia de tener soluciones de aprendizaje virtual.
Imprescindible también será el monitorear el avance; evaluar qué modelo funciona mejor para cada puesto de trabajo, dependiendo de las actividades de cada quien, y mantener el equilibrio entre la administración y la flexibilidad.
“Empleados que no pueden beneficiarse del trabajo remoto debido a la naturaleza de su rol pueden sentirse en desventaja, lo que puede causar un gran desequilibrio dentro de la misma empresa, por lo que deberán ofrecerles otro tipo de beneficio”, advierte el documento.
Mientras tanto, en el ámbito legislativo, en México ya se dieron los primeros pasos para dar certeza jurídica a los trabajadores que adoptaron el home office durante 2020, y en enero de este año entró en vigor la reforma al artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo, que incluyó la adición del capítulo XII Bis con 11 artículos.
Además, se prevé que los diputados de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados analizarán la minuta que adiciona el artículo 68 Bis de la Ley Federal del Trabajo, en materia de desconexión digital en el ámbito laboral.
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