Tras un largo proceso de consulta y de debate mundial ejecutado durante dos años, el esfuerzo de la UNESCO se consolidó con la aprobación de un documento normativo global con recomendaciones éticas sobre la Inteligencia Artificial (IA), que será la guía para contar con una tecnología que beneficie a la humanidad.
Gabriela Ramos, subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, fue quien dio la noticia de la aprobación del proyecto de “Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial”, que incluye acciones concretas basadas en valores y principios universales y que se presentará en el marco de la 41 Conferencia General de este año.
“Momento histórico para @UNESCO. La Comisión de Ciencias Sociales y Humanas acaba de aprobar el proyecto de Recomendación sobre #Ethics de #AI que se presentará a la #UnescoGC ¡Tenemos la responsabilidad de lograr un futuro mejor #digital para todos!”, escribió en su cuenta de Twitter.
El anuncio de este instrumento se dio de conformidad con el mandato encomendado por sus 193 Estados Miembros en la 40 reunión de la Conferencia General, realizada en noviembre de 2019. El año pasado, debido a la pandemia no se pudo celebrar la 41 Conferencia ni su 75 aniversario.
Entre las reacciones, Simona-Mirela Miculescu, embajadora de Rumania ante la UNESCO se congratuló por este logro: “Rumania también celebra el momento histórico de la adopción del proyecto de Recomendación sobre ética de la IA! ¡Bravo, querido @Adam_Almulla, @gabramosp y equipos por liderar el proceso! ¡Me alegro de que nuestro Viceministro de Investigación viniera especialmente para esto desde Bucarest!”.
“Después de cientos de horas de negociaciones y ocho horas de debate en la Conferencia General, @UNESCO los Estados miembro adoptaron una Recomendación sobre la ética de la IA. Basado en derechos humanos y con atención a la igualdad de género”, expuso en Twitter la Misión Permanente de Bélgica ante la OCDE y la UNESCO.
Asimismo, la delegada del Arabia Saudita ante la UNESCO, Haifa Al Mogrin, destacó los esfuerzos “de los últimos dos años que dieron como resultado la aprobación del proyecto de Recomendación sobre el #Ethics de #AI hoy, y estamos orgullosos de estar entre los primeros en adoptarlo ya que creemos en la necesidad de un centrado en el ser humano”.
La Recomendación supondrá un marco global para garantizar que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Abordará además cuestiones relacionadas con la transparencia, la responsabilidad y la privacidad, contendrá capítulos políticos orientados a la acción sobre la gobernanza de los datos, la educación, la cultura, la atención sanitaria y la economía, y proporcionará a los gobiernos y responsables políticos un marco para regular la IA, informó la UNESCO en julio pasado.
En abril del 2020, el grupo de 24 expertos independientes nombrados por la directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, empezó a trabajar en el primer proyecto de la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial.
En la lucha de la organización se ha dejado al descubierto que los sistemas de IA tienen sesgos de género y originan dilemas éticos, que podría surgir, por ejemplo, en un coche autónomo, cuando éste tenga que tomar decisiones morales; en la creación de obras artísticas, para diferenciar el plagio de la originalidad y la creatividad humanas, o incluso en las decisiones en los sistemas judiciales.
Para el desarrollo y aplicación de la IA, el grupo de trabajo sugirió basar el instrumento normativo en principios como: derechos humanos, inclusión, autonomía, transparencia, conciencia y alfabetización, rendición de cuentas, democracia, buena gobernanza y sostenibilidad.
En el documento “Preliminary study on the Ethics of Artificial Intelligence” de la UNESCO explica que la IA se construye con un enfoque diferente: un enfoque basado en datos, el cual, precisó, es el núcleo del aprendizaje automático, que suele basarse en las «redes neuronales artificiales» (RNA)
Estos sistemas «aprenden» a realizar tareas teniendo en cuenta ejemplos (datos etiquetados), generalmente sin estar programados con reglas o modelos específicos para la tarea.
Sin embargo, los expertos han identificado que los sistemas basados en la IA tienen implicaciones para la comprensión y la experiencia humanas, en la libertad de expresión, la vigilancia, la propiedad de los datos o la discriminación. El aprendizaje automático, expusieron, puede incrustar y exacerbar prejuicios, lo que puede dar lugar a la desigualdad, la exclusión y una amenaza para la diversidad cultural.
C$T-GM