En países como México, Chile y Perú, alrededor de 66 millones de personas trabajadoras realizan actividades que pueden complementarse o sustituirse con Inteligencia Artificial (IA) Generativa, de acuerdo con una estimación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el impacto potencial de los LLMs o grandes modelos de lenguaje, en los mercados laborales.
La organización internacional refiere que este cálculo se realizó a partir de la adaptación de la metodología creada por los desarrolladores de Chat GPT, OpenAI, para estimar cómo podrían verse afectadas diversas ocupaciones por la exposición a tecnologías de IA Generativa, según las actividades diarias de los trabajadores.
“Encontramos que, en un caso extremo, hasta 75 por ciento del total de trabajadores en los países seleccionados tienen una exposición potencial a esta tecnología de 10 por ciento o más de sus tareas cotidianas. Esto significa que 66 millones de trabajadores realizan actividades que pueden complementarse o sustituirse con IA Generativa”.
Cuando se aumenta el nivel de exposición de tareas que pueden ser complementadas o sustituidas al 50 por ciento, sólo 10 por ciento de las personas (alrededor de 9 millones) se encuentran en esta situación. Es decir, la exposición de los trabajadores es muy marcada, siendo aquellos que realizan actividades relativamente repetitivas quienes tienen una mayor exposición.
Por ejemplo, quienes están ocupados en empleos como relaciones públicas, asistentes legales, traductores e intérpretes y empleados son los que se encuentran con mayor exposición.
Los LLMs o grandes modelos de lenguaje son una categoría amplia de IA Generativa que abarca a los modelos que se diseñan para comprender y generar lenguaje humano. Se nutren de cantidades inmensas de texto y bases de datos, y utilizan técnicas de aprendizaje de máquinas para predecir y generar textos.
Chat GPT es un popular tipo de LLM que se caracteriza por utilizar lenguaje familiar o coloquial y es capaz de responder preguntas, hacer resúmenes de textos largos, traducir textos a distintos idiomas, e incluso crear textos.
El BID puntualiza que si bien las herramientas como ChatGPT prometen un aumento en la productividad, también presentan el riesgo de exacerbar las desigualdades laborales, un fenómeno que debe ser observado con atención para comprender tanto las oportunidades como los desafíos de la IA Generativa.
“En primer lugar, es evidente que las tecnologías basadas en LLMs pueden afectar la cantidad y calidad del trabajo en ciertos sectores. Nuestro estudio evidencia que las personas con mayor nivel educativo o en empleos formales tienden a estar más expuestos a los grandes modelos de lenguaje, lo cual es un fenómeno sin precedentes”.
Enfatiza que la gran interrogante es si esta afectación será positiva o negativa para el empleo, y esto dependerá de cuánto complementen o reemplacen estas herramientas a los trabajadores. “Este impacto será el resultado de una interacción compleja entre factores económicos, sociales y regulatorios”.
En otras palabras, la adopción de esta tecnología -tanto en la cantidad de personas como la intensidad de uso- determinarán sus efectos en la productividad y automatización en distintas industrias.
Si la afectación se inclina hacia la automatización de tareas, es probable que aumente la población vulnerable a perder sus fuentes de ingresos en una región ya marcada por altos niveles de desigualdad.
“Irónicamente, esta tecnología también tiene el potencial de mejorar significativamente la provisión de servicios públicos, como la educación y la salud, con lo cual el efecto neto en el bienestar total de la población no es del todo claro”.
Para el BID, en países donde la infraestructura digital está más desarrollada, el impacto de los LLMs será más rápido y profundo. En contraste, las naciones con menor desarrollo tecnológico podrían enfrentar mayores dificultades para aprovechar estos avances, lo que incrementaría la brecha entre las economías emergentes de la región.
“En resumen, mientras que los LLMs son una herramienta para una mayor productividad, hasta 66 por ciento, y mayor eficiencia, también traen consigo el riesgo de aumentar las desigualdades laborales. Es esencial que tanto gobiernos como empresas adopten políticas inclusivas y programas de capacitación para que la mayor cantidad de trabajadores se beneficie de estas tecnologías emergentes”.
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