Si bien la recomendación generalizada es limitar el uso de dispositivos a infantes, en los hechos, la mayoría de los niños mexicanos recibe su primer dispositivo entre los 8 y 12 años; en general, estos nativos digitales desconocen o no realizan buenas prácticas de seguridad y hábitos digitales saludables.
Aunque la mayoría de los padres y madres de familia asume la responsabilidad de regular el comportamiento digital de sus hijos, prevalece la idea de que los maestros, colegios y hasta los gobiernos y medios de comunicación, deben contribuir a esta labor, de acuerdo con el estudio «Los hábitos digitales de las familias», elaborado por Kaspersky.
Para Judith Tapia, gerente de ventas de la firma dedicada a la seguridad informática, hay mucho por hacer del lado de los adultos, ya que aunque 90 por ciento dice hablar con sus hijos sobre reglas de comportamiento en línea como no interactuar con desconocidos, evitar tener conversaciones telefónicas en voz alta en áreas públicas o tomar selfies sensibles y enviarlas a otros, hay un porcentaje de personas piensa que esta responsabilidad no es sólo suya.
“El 25 por ciento de los padres en México cree que esta responsabilidad no debe recaer solo en ellos, que debe ser de los colegios y profesores; dos de cada 10, es decir, 21 por ciento cree que los medios de comunicación y el gobierno son los que de igual forma deben tomar cartas en este asunto. Entonces por ahí nos damos idea de cómo están preparados los niños”, expuso en entrevista con ConsumoTIC.
En este sentido, recomendó a los adultos asumir la responsabilidad de generar hábitos digitales saludables pues muchas veces ellos mismos aprenden a usar la tecnología a la par que las niñas, niños y adolescentes, lo cual genera temor.
Pero más allá de la tecnología, existe el ejemplo de los padres y madres sobre cómo regular hábitos digitales si no hay un modelo a seguir. Si se quiere reducir el tiempo de los menores de edad en pantalla, se debe evaluar el lapso que sus progenitores pasan frente a un dispositivo.
Para ayudar con esta regulación digital, existen controles parentales que ayudan a evitar que obtengan accesos inapropiados. Se trata de un mecanismo por el cual los adultos pueden monitorear la navegación, restringir contenidos no aptos para menores y bloquear páginas o usuarios que puedan ser una amenaza para los infantes y que cada vez cobra mayor importancia.
“Sabemos que 37 por ciento de los papás han acudido al control parental, 12 por ciento ha solicitado a su proveedor de Internet que bloquee el acceso a sitios inapropiados, 90 por ciento establece horarios de navegación y 61 por ciento revisa regularmente dónde navegan sus hijos”, mencionó al abordar las acciones parentales para proteger a los niños.
Para fortalecer estos hechos y pese a que “se lea trivial”, recomendó a los padres y madres involucrarse desde edades muy tempranas en el desarrollo digital y establecer relaciones sólidas con los hijos para enseñarles los peligros en la vida real y en la tecnológica con reglas básicas claras sobre lo que sí pueden hacer y lo que no en ambos entornos.
A decir de la directiva de Kaspersky, es funcional navegar con los niños y en materia de juegos, revisarlos, además de estar presentes en esas decisiones digitales que ellos disfrutan y que no vean al adulto como un supervisor, sino que está ahí para entender lo que les gusta y de ahí, armar conversación.
Destacó que esta es una responsabilidad que debe ir en un tono siempre de sugerencia, no para infundir temor; se trata de cobijar a los niños y niñas y hacerles saber que siempre que enfrenten una situación que los haga sentir incómodos, pueden acudir a la familia.
Sobre este punto, enfatizó la importancia de hacer conciencia en los pequeños de la huella digital, que debe ser un símil a la vida real con preceptos de convivencia básicos; “si no vas a publicar algo positivo, no lo publiques; no molestes a otras personas, pide autorización a quienes les tomas fotos para saber si están de acuerdo en compartir, por ejemplo”.
Desde pequeños hay que dejarles claro que todo eso es un rastro que quedará registrado en el ámbito digital y si de redes sociales se trata, reiterar que es probable que cuando soliciten algún empleo, lo primero que harán los reclutadores es revisar sus plataformas para verificar qué tipo de identidad manejan.
“Con calma, hay que hablarles sobre riesgos digitales, así como lo hacemos respecto a peligros en la calle: fijarse en ambos lados, no hablar con extraños, no tomarse fotos, pero también nosotros tenemos que empezar a poner ejemplo. Definir que durante la comida nadie va a tener acceso a dispositivos digitales, es una buena práctica”, insistió.
Se trata, finalizó Judith Tapia, de impulsar pequeños grandes cambios en pro de fomentar hábitos digitales familiares saludables para formar a esos nativos digitales.
Aunado al sondeo referido, Kaspersky impulsa una iniciativa Desconéctate para conectar, que busca disminuir el uso del dispositivo en la familia para un uso más adecuado del tiempo en pantalla y fomentar la convivencia.
C$T-GM