La telemedicina es mucho más que videollamadas, apps o de equipo para el monitoreo remoto de signos vitales, su desarrollo en México dependerá de ampliar la conectividad y de un marco ético y legal, para lograr una mayor adopción de la práctica médica, así como de procesos que permitan ampliar la interoperabilidad de las instituciones de salud en beneficio de la población que vive en comunidades aisladas, o incluso de pacientes ubicados en centros penitenciarios.
“Entre 80 y 90 por ciento de las personas (en México) se atienden en el sector público; por ello empezamos a construir soluciones muy de la mano con hardware, equipo médico para este sector, con estaciones de telemedicina para los profesionales de la salud”, señaló Alan Morales, cofundador y Director de Innovación y Tecnología de Lumed, una startup que lleva una década operando en México.
De acuerdo con cifras del INEGI, el Producto Interno Bruto Ampliado (PIBA) del sector salud en México en el 2020, reportó 1.5 billones de pesos, lo que equivale a 6.5 por ciento del PIB nacional. También, se observó un aumento en los cuidados especializados, al pasar de 53.9 a 57.9 por ciento; mientras que los cuidados preventivos tuvieron una caída, al pasar de 7.8 por ciento a 2.9 por ciento.
Instituciones públicas como el IMSS, ISSSTE, la Secretaría de Marina (Semar) o la UNAM son algunas de las instituciones que ya utilizan soluciones de telemedicina de Lumed, pero a partir de la pandemia el interés creciente se detectó en el sector privado, tanto en su plataforma como en las estaciones, que son una integración de software, hardware y equipo médico.
Sin embargo, aclaró, la telemedicina es más que una videollamada, una videoconferencia, es compartir en tiempo real y diferido ultrasonidos y una cantidad mayor de estudios del paciente, desarrollar comunicación bidireccional, audio y video, una plataforma de administración que integra agenda, personal, expediente clínico electrónico, visita virtual, exploración a distancia y hasta pago en línea.
“Es un tema integral, no solamente la parte de video, sino que se pueda compartir prácticamente todo, desde el expediente clínico electrónico, recetas, estudios, e incluso una auscultación a distancia”.
Esta descripción encaja con otro de sus proyectos, pues con equipos de telemedicina han podido comunicar a personas que están en áreas aisladas en áreas restringidas por COVID-19, dar seguimiento post-operatorio a pacientes o incluso dar una consulta médica integral a internos en penales.
“Los proyectos de medicina penitenciaria son los más cotizados, porque brindar el beneficio de dar una consulta médica integral a un interno en un penal es súper importante, porque no lo van a sacar y si lo sacan es carísimo, entonces ahí es un ejemplo notorio de la importancia de la telemedicina”.
Además, la llegada de 5G potencializará todos los servicios que se podrán ofrecer. Por ejemplo, se podrán realizar más operaciones a distancia, porque si bien las primeras se empezaron a practicar desde principios del 2000, por cuestiones de ancho de banda y manejabilidad de enlaces no han sido muy comerciales, y con la quinta generación (que goza de menor latencia) se podría hablar más de cirugías robóticas a distancia.
Barreras de adopción
La digitalización en el sector salud, es sin embargo, complicada para algunas personas que no son nativas digitales, para lo cual Lumed tiene programas de capacitación sobre el manejo de equipo o soluciones con las que cuentan para brindar servicios a distancia.
En entrevista para ConsumoTIC, señaló que la adopción de las herramientas digitales en general depende de las personas, y si bien los médicos jóvenes están más familiarizados con ellas, hay profesionales de la salud mayores de 60 años de edad que sin complicaciones las han adoptado e incluso han innovado en su práctica.
Otra de las grandes barreras es la brecha de conectividad, reconoció Alan Morales, para quien uno de los avances es la accesibilidad a servicios de banda ancha para tener una sesión de telemedicina en tiempo real y costos menores de lo que se tenía hace una década.
“Hace 10 o 15 años se necesitaban entre 3 y 5 Megas para un hospital, era impensable, pues eso costaba bastantes recursos y hoy en día es mucho más fácil, dependiendo de la zona del país donde se va a dar el servicio. En las grandes ciudades del país esto ya está resuelto”.
Otro imponderable, es la falta de confianza para ejercer una práctica digitalizada, por cuestiones legales. “La legislación es un área gris donde se tiene que estar navegando entre lo que se puede hacer, si puedes hacer una receta digital, si puedes dar una consulta a distancia, si es legal”, no obstante esto es un tema que en dos o tres años se tendrá una base legal para que los médicos puedan llevar a cabo su trabajo sin temor a que sean demandados.
Alan Morales, destacó que una de las soluciones de Lumed, es un kit de exploración para el paciente, con el que recaba datos de la auscultación de pulmones, corazón, orofaringe, oído; de la temperatura, presión arterial y saturación de oxígeno.
Y pensando en los usuarios, es que la firma está preparando para este año llevar su plataforma a la población en general, para que los pacientes generen su propio expediente clínico electrónico en la nube y con la portabilidad puedan enviarlo a su médico de cabecera.
“Es unir todo lo que está detrás de nuestros diferentes usuarios y servicios, para poder ofrecer una especie de directorio virtual al consumidor y ellos puedan tener control de su información. Es lo que estamos pensando para este año, en cómo llegar al consumo directo”.
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