El agotamiento físico y mental que puede alterar el desempeño de un colaborador, conocido como el síndrome de burnout o “síndrome del trabajador quemado” se ha convertido en materia de estudio y tema pendiente de resolver entre las organizaciones, lo cual no debería desdeñarse pues para las organizaciones puede representar costos hasta de 190 mil millones de dólares en gastos de atención médica.
En su estudio Bienestar de los empleados 2021: Aprendiendo de la nueva realidad, Kaspersky revela que 80 por ciento de las empresas ya invierten en capacitación al respecto, de ese porcentaje, 31 por ciento ofrece cursos de formación para mejorar la gestión del tiempo, 30 por ciento ofrece tiempo libre remunerado o vacaciones anuales, mientras que 29 por ciento proporciona consultas y cursos de bienestar en línea.
Sin embargo, queda trabajo pendiente ya que solo 45 por ciento de las empresas han tomado al menos una medida para abordar el agotamiento de los empleados, en tanto que la automatización de las operaciones de seguridad está significativamente infrautilizada, según 26 por ciento de las menciones.
“Tampoco hay evidencia de que las empresas tomen medidas para mitigar la mayor carga de trabajo entre los trabajadores remotos. Una quinta parte de los empleadores no se ha suscrito a ningún programa para prevenir el agotamiento”, añade la firma especializada en servicios de ciberseguridad.
Si bien el trabajo remoto ha mejorado el bienestar de los empleados, otros han manifestado dificultades en su adopción, toda vez que la combinación de la fatiga y el encierro, además del aumento en horas que pasan en su escritorio en casa, ha llevado a algunos colaboradores a reportar cansancio, ansiedad y sentimientos de aislamiento.
Por su parte, cifras de Harvard Business Review, refieren que el agotamiento de los empleados es un fenómeno común, pero las empresas tienden a considerarlo como una cuestión personal o de gestión del talento en lugar de un desafío organizativo más amplio.
“Los problemas psicológicos y físicos de los empleados quemados, que cuestan entre 125 mil millones y 190 mil millones de dólares al año en gastos de atención médica en Estados Unidos son los impactos más obvios. El costo real para el negocio puede ser mucho mayor, resultado de la baja productividad en las organizaciones, la alta rotación (de personal) y la pérdida del talento más capaz”.
Parte fundamental para combatir este agotamiento, indica Kaspersky, son las medidas que al respecto tome el colaborador, además del apoyo de la empresa, es así que 93 por ciento de las personas realizan actividades diversas para controlar el estrés, que van desde ejercicio físico, ver películas, usar redes sociales, meditar, hasta beber alcohol o fumar.
Sin embargo, actividades como el uso excesivo de las redes sociales, fumar o beber alcohol pueden ser una distracción y es más probable que afecten negativamente la salud y el bienestar a largo plazo.
“La mayoría de las empresas no saben, más que anecdóticamente, dónde se encuentran sus empleados en materia de bienestar y solo reaccionan cuando se manifiestan enfermedades. Las medidas que simplemente abordan los síntomas, como la gestión del tiempo, el manejo del estrés, programas de resiliencia o días libres, son mínimamente eficientes”, según Wolf Kirsten, cofundador y codirector del Centro Global para Lugares de Trabajo Saludables.
En este marco, la tecnológica y el Centro Global para Lugares de Trabajo Saludables sugieren a las organizaciones implementar programas y actividades para atender el agotamiento en forma adecuada para sus empleados, así como levantar encuestas para comprender sus necesidades, intereses y expectativas de manera proactiva.
De igual forma y si las circunstancias del negocio lo permiten, la flexibilidad y apertura a diversas prácticas laborales, son igualmente recomendables, lo mismo que asegurarse de que todos los empleados estén involucrados en el proceso de trabajo con las mismas oportunidades para colaborar con los gerentes y entre ellos.
Otro consejo es desarrollar pautas claras para el equipo que determinarán las reglas para cada formato de trabajo y reducirán la sensación de incertidumbre y ansiedad, así como animar al equipo a tener actividades comunes.
En materia de ciberseguridad y ante la recurrencia del modelo remoto, Kaspersky y el Centro Global para Lugares de Trabajo Saludables recomiendan la educación para utilizar prácticas básicas tales como evitar convertirse en víctimas del correo electrónico o el phishing web, y para administrar cuentas y contraseñas.
A esto se suma implementar una capacitación eficiente en concientización sobre seguridad o al menos mantener el nivel de habilidades de ciber higiene de los trabajadores con cursos gratuitos.
Respecto al equipo de seguridad de Tecnologías de la Información (TI) y con el objetivo de reducir su carga de trabajo y presión, los expertos de Kaspersky sugieren asegurarse de que la empresa tenga un número adecuado de colaboradores con la fórmula “un empleado de ciberseguridad por cada 10 profesionales de TI”.
C$T-GM