“No es lo mismo digitalizar un museo que hacer un museo digital”.
Al imaginarse un museo, lo común es pensar en imágenes de esculturas, pinturas u objetos valiosos y representativos de civilizaciones antiguas, resguardados en un espacio; sin embargo, con los avances tecnológicos y la pandemia, los recorridos virtuales han permitido disfrutar de exposiciones sin exponerse a posibles contagios ni hacer largas filas.
En Latinoamérica, una región que cuenta con más de siete mil museos sobre distintos temas que van desde la historia natural y precolombina hasta uno de momias en Guanajuato, México, la pandemia ha puesto a pensar en la evolución de los museos, en la digitalización y la razón de ser de estos espacios.
“Los museos no son sólo un lugar donde se guardan cosas y se acumulan, o se muestran para personas iluminadas o muy letradas; son espacios vivos, que están insertos y relacionados con la comunidad en la que viven y que las impactan, y que necesitan también de las comunidades para seguir vivos”, aseguró Trinidad Zaldívar, jefa de la Unidad de Creatividad y Cultura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, la pandemia golpeó duramente a los museos de todo el mundo que tuvieron que cerrar sus puertas durante meses y replantearse nuevas fórmulas para continuar operando, pero sobre todo para mantenerlos «vivos», precisó la especialista del BID.
Con la pandemia “vimos que los sectores que tuvieron un salto mayor de innovación fueron los más tradicionales, y entre esos están los museos. Podemos decir que se avanzaron años, quizá décadas, en un proceso que estaba muy a un costado”, reconoció la experta al intervenir en el episodio “La importancia de los museos y su evolución a lo digital” del podcast Región Naranja.
No obstante las dificultades a las que se han enfrentado los museos para “traducir los museos al mundo digital”, como la falta de un departamento especializado o profesionales capacitados, Zaldívar subrayó que en algunos casos las visitas en línea a las colecciones aumentaron en 400 por ciento, lo que significa que hay una audiencias que iba al museo, pero también hay una nueva audiencia que se puede fidelizar en el futuro.
Para Silvia Singer, directora del Museo Interactivo de Economía (MIDE) de la Ciudad de México, más allá de reconectar a las personas consigo mismas, con la cuestión estética o con la creatividad, un museo es un espacio de comunicación de ideas; “es el verdadero multimedia, porque ahí puedes utilizar cualquier herramienta digital, cualquier herramienta de contacto persona a persona”.
En el mismo episodio, Singer habló de cómo se planeó desde el 2019, un año antes que la pandemia obligara al confinamiento en México, que el MIDE tuviera una versión digital, consolidado ahora en la página https://midedigital.museum/, la cual tiene alrededor de 30 mil visitas mensuales.
Guillermo Garza, fundador de DadBox, empresa dedicada a la educación a través de experiencias digitales, como realidad virtual y realidad aumentada, desarrollo de apps y videojuegos, fue quien trabajó con Silvia Singer para tener un “museo digital” y que pudieran disfrutarlo personas de otros estados de la República Mexicana.
El MIDE digital tiene actividades para realizar en familia y para profesores, cuenta con un podcast para entender infografías. En este museo el público se adentra en un mundo que ya no es un lugar físico, sino todas las experiencias, conocimiento y contenido en un mundo digital, explicó Jennifer Reyna, directora general de DadBox.
Si bien Silvia Singer y Guillermo Garza pudieron reconocer el gran avance de llevar a una plataforma digital contenido relacionado con el MIDE, también aseguran que falta mucho para lograr “la experiencia de museo” para las audiencias, como es la experiencia de diálogo.
En ese sentido, Garza recalcó que “no es lo mismo digitalizar un museo que hacer un museo digital”; mientras que Silvia acotó: “creo que el museo digital está por inventarse; creo que el asunto no es publicar cosas en redes sociales, va mucho más allá, porque tenemos que encontrar esa experiencia que es la equivalente a la experiencia in situ, en vivo”.
Por ello, “el MIDE digital es una startup, como lo fue el MIDE en su momento”, consideró Silvia Singer, para quien una startup es una actitud que implica no tener miedo al fracaso y en la que “para darle al clavo, tienes que haberte ido por los lados varias veces”.
Las experiencias virtuales han salvado a muchos museos durante la pandemia, sin embargo, es necesario pensar en que haya diálogo, para que no sea sólo una plataforma que hable sola, sino que también escuche a los visitantes y permita incluso la coparticipación.
En este sentido, Trinidad Zaldívar afirmó que éste es es el momento para que profesionales de diferentes industrias creativas “se unan para generar estas experiencias en el mundo digital que van a transformar no solamente el mundo de los museos sino varios mundos”.
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