El Sur global se está quedando fuera de la narrativa del desarrollo y regulación de la Inteligencia Artificial (IA) como lo demuestra la firma de la llamada Declaración sobre la Inteligencia Artificial ética y abierta, acordada recientemente en la Cumbre de París.
“Todos los documentos generados en torno a esa cumbre, sus protocolos y los acuerdos que firmaron 60 países y organismos supranacionales (entre ellos la Unión Europea), están en inglés y eso demuestra que la voz de América Latina y del Sur global en general, está excluida de las discusiones sobre la regulación de la IA, en una época en que el multilateralismo viene en decadencia”, aseguró Sissi de la Peña Mendoza, experta en economía digital, política pública y regulación.
Consideró que no es para nada sorpresivo que Estados Unidos y el Reino Unido no quisieran adherirse a este instrumento internacional. El primero, porque está buscando recuperar el liderazgo en el desarrollo global de la IA, a partir de los gigantes digitales con que cuenta en su país (Meta, Amazon, etcétera) y el segundo ha mostrado desde el Brexit, que no se alinea a los acuerdos europeos y prefiere trabajar con su aliado histórico, es decir, Estados Unidos.
En entrevista con ConsumoTIC, la especialista señaló que en éste su segundo mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado muy claro que no le interesa negociar con otros países y regiones, y por el contrario, quiere recuperar el liderazgo que su país pudiera tener en distintos ámbitos, entre ellos el desarrollo de la Inteligencia Artificial.
El interés del mandatario estadounidense, es ganar la carrera en esta tecnología, sobre todo a China y en segundo término a Europa, y para ello se va a apoyar en los gigantes digitales estadounidenses, bajo la lógica de “hacer de nuevo grande a Estados Unidos”.
“Por supuesto, la regulación de la tecnología no está en el interés del mandatario y por lo mismo, el Acuerdo de París no le hace sentido, pues además el multilateralismo es un mecanismo que en los últimos tiempos ha venido a menos”, advirtió la especialista.
Esto también refuerza que la batalla por el desarrollo de esta tecnología se concentra en el Norte global y se lleva a cabo en inglés y prueba de ello es que toda la documentación sobre este tema está en ese idioma y no ha sido traducida al español.
“Por otra parte, el hecho de que el Reino Unido tampoco haya firmado el acuerdo, no es de sorprender, porque desde hace por lo menos nueve años, ese país ya dejó clara su distancia con las decisiones continentales de Europa, al haber votado a favor del Brexit”.
Cabe recordar que el 23 de junio de 2016, se llevó a cabo en el Reino Unido un referéndum para preguntar a la población si quería o no seguir perteneciendo a la Unión Europea, ejercicio democrático que se dio en llamar “Brexit” por la combinación de las palabras Gran Bretaña y salida en inglés, en el cual la mayoría de los británicos votó por abandonar la asociación europea.
Por otro lado, el Reino Unido está buscando desarrollar una parte de toda la tecnología que circunda a la Inteligencia Artificial, especialmente en los temas que en inglés se conocen como “Security” y “Safety”, que todavía no tienen traducción directa al español para diferenciar la ciberseguridad en sí misma, de la protección de datos, información personal, de los Estados y las empresas.
Esto se complementa con el hecho de que Estados Unidos y el Reino Unido son aliados en muchos temas y en el camino del desarrollo de la Inteligencia Artificial lo seguirán siendo, mientras en la regulación de la tecnología no participarán en consensos internacionales.
C$T-GM