Este año, la desinformación, estafas y fraudes posibilitados por la Inteligencia Artificial (IA) seguirán creciendo como amenaza para las empresas, las personas e incluso los candidatos y las elecciones. En respuesta, se verán más inversiones en detección y mitigación de riesgos.
La buena noticia es que habrá nuevas soluciones inclusivas de la propia IA que protegerán contra las voces clonadas, los deepfakes, los bots de las redes sociales y las campañas de influencia.
Liz Centoni, directora general de Aplicaciones de Cisco Systems, señaló lo anterior, al anticipar las principales tendencias tecnológicas para 2024 en materia de preparación, adopción e integración de IA, donde señaló que de acuerdo al Índice de Preparación para la IA de Cisco, prácticamente todas las empresas (95 por ciento) tienen en marcha o en desarrollo una estrategia en la materia, mientras apenas el 14 por ciento están totalmente preparadas para integrar la IA a su negocio.
Por otra parte, tres de cada cuatro empresas (76 por ciento), no cuentan con políticas integrales para la adopción de IA y si bien hay consenso respecto a la necesidad de políticas, autocontrol y gobernanza en la industria para mitigar los riesgos de aplicar la Inteligencia Artificial Generativa, se identifican áreas donde hace falta regulación, como infracción de propiedad intelectual, por ejemplo, donde se toman fragmentos de obras de arte originales, para generar arte digital nuevo.
Además, en este año electoral, la experta de Cisco anticipó retos importantes por la presencia de desinformación, estafas y fraudes, panorama que llevará a las empresas tecnológicas y a los gobiernos a colaborar para encontrar soluciones, en consonancia con regulaciones como los Principios Rectores del G7 sobre IA en relación con las amenazas a los valores democráticos, la Orden Ejecutiva sobre IA Segura de la Administración Biden y la Ley de IA de la UE, entre otros.
En el ámbito de los negocios, la Inteligencia Artificial Generativa se expandirá rápidamente con aplicaciones a medida, en interacciones entre compañías, gestión de proyectos, calidad, pruebas de software, evaluaciones de conformidad y contratación de personal entre otros aspectos.
Además, la combinación multimodal de varios tipos de datos, como imágenes, texto, voz y datos numéricos, con algoritmos de procesamiento inteligente, ampliarán los casos de uso en las relaciones entre empresas.
En relación con el avance de la computación cuántica (mucho más poderosa que la actual), Liz Centoni anticipó que seguirá perfilándose el futuro de la criptografía y las redes. Las administraciones públicas y los servicios financieros, muy exigentes en materia de seguridad y tratamiento de datos, realizarán importantes inversiones e investigaciones en redes cuánticas.
“Seremos testigos de la adopción de la criptografía post-cuántica (PQC) -incluso antes de que se estandarice- como un enfoque basado en software que funciona con sistemas convencionales para proteger los datos de futuros ataques cuánticos. La PQC será adoptada por navegadores, sistemas operativos y bibliotecas, y los innovadores experimentarán integrándola en protocolos que rigen la criptografía clásica”.
También se anticipa en este año la mayor adopción de interfaces de programación de aplicaciones (API) que servirán para integrar herramientas, servicios y sistemas de IA preconstruidos con poca configuración de desarrollo o infraestructura.
Con el acceso a una amplia gama de capacidades de IA a través de las APIs, los equipos automatizarán tareas repetitivas, obtendrán una visión más profunda de los datos y mejorarán la toma de decisiones.
Además, la adopción de IA tendrá como guía la eficiencia energética, que es una creciente preocupación de la industria, que además promete reducir costos.
Finalmente, se prevé que los innovadores utilizarán la IA para acelerar la entrega y gestionar tareas tediosas como las pruebas de defectos y errores. Por el camino, las herramientas de colaboración y los asistentes de IA serán compañeros de confianza mientras los equipos abordan las complejidades de la seguridad, la visibilidad y la infraestructura.
La confianza entre las personas y los sistemas y herramientas de IA que utilizan es fundamental e innegociable. Esto significa aclarar lo que la IA puede y no puede hacer con nuevos marcos de transparencia de datos y responsabilidad, nuevos esfuerzos para educar a las personas y a las empresas sobre cómo podría producirse la disrupción, enseñar las habilidades que se necesitarán para los nuevos puestos de trabajo habilitados por la IA, y nuevas formas de colaborar teniendo en cuenta los intereses de las personas.
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