Mujeres tienen alta incidencia en innovación.
Los sectores de las telecomunicaciones, la radiodifusión y las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) exigen un alto nivel de innovación, por lo que para alcanzar el ritmo que se requiere es fundamental que esté presente la diversidad de género en los grupos de personas que administran, proponen y operan, aseguró la comisionada María Elena Estavillo.
En su ponencia Género, innovación, inclusión y desarrollo desarrollada en el contexto del Tercer Foro de Gobernanza de Internet, la funcionaria refirió que de acuerdo con datos generados por The Boston Consulting Group y la Universidad de Munich existe una estrecha relación entre la participación de las mujeres en la alta dirección y el fenómeno de la innovación.
«Las empresas que tienen 40 por ciento o más de mujeres directivas generaron el 34 por ciento de sus ingresos a partir de productos y servicios innovadores, mientras que las empresas con menor diversidad de género, es decir, con 5.0 por ciento en la alta dirección, sólo llegaron al 25 por ciento de los ingresos relacionados con innovación. Además, se observa que la incidencia de las mujeres es mucho más grande en innovación disruptiva».
En México, añadió, la disminución de la brecha de género es un desafío permanente; sin embargo, para enfrentarlo es fundamental incorporar la perspectiva de género en las políticas de acceso y uso de las TIC como eje transversal para considerar las desigualdades y las necesidades diferentes de mujeres y hombres en la sociedad de la información.
La también integrante fundadora de Conectadas, destacó que los equipos que diseñan las políticas deben ser diversos para diseñar lo que se denomina como «inteligencia colectiva» que permita impulsar soluciones innovadoras frente al desafío que representa la existencia de la brecha digital.
«Los equipos diversos aportan perspectivas diferentes que facilitan entender la problemática de distintos grupos minoritarios, vulnerables o marginados, para ello se requiere identificar problemáticas y desarrollar soluciones para las mujeres que viven mayores desigualdades y que se encuentran más alejadas de las TIC».
Estavillo enfatizó que el acceso a las TIC se torna mucho más complicado cuando las personas se encuentran en entornos como el rural o indígena, se trata de personas mayores o de bajos ingresos; a este mosaico, se añade la problemática que representa el ciberacoso y la violencia de género en las TIC.
La funcionaria destacó que la perspectiva de género en sectores como el de las telecomunicaciones no es un tema que beneficie de manera exclusiva a la población femenina, pues existe evidencia que una mayor participación de mujeres en los consejos de administración está relacionada con un mejor desempeño de las empresas en términos de ingresos, inversión, cobertura y servicios, lo cual genera beneficios importantes en términos sociales y económicos para la sociedad en su conjunto.
«El BID estima que si la participación de las mujeres en el mercado laboral fuera equitativa con la de los hombres, el PIB de América Latina se incrementaría en 16 por ciento. En una encuesta entre más de 3 mil empresas en el mundo, Credite Suisse observa que de éstas solamente el 3.9 por ciento tenía directoras ejecutivas».
En dicho estudio, en el que participan empresas de Brasil, Chile y México, añadió, se observa que con sólo 1.0 por ciento América Latina tiene el nivel más bajo en representación femenina en los puestos de alta dirección, lo cual da una idea sobre el costo de oportunidad que existe.
Ello, se ve reflejado también en los datos relacionados con el número de mujeres que pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA) en México que se ubica en sólo 38.4 por ciento, contra el 61.6 por ciento de hombres.
«En Argentina la PEA femenina es de 47 por ciento; en Chile, de 51 por ciento; en Colombia, el 59 por ciento; en Brasil, 53 por ciento; en Ecuador 55 por ciento, Costa Rica es de 45 por ciento y Perú 69 por ciento. Esto es a pesar que desde el 2008 la tasa de alfabetización de mujeres en México superó a la de los hombres».
Estavillo refirió que a nivel general la participación femenina en el sector mexicano de las telecomunicaciones registra un nivel permanentemente bajo pues no se ha movido del 30.6 por ciento que registra en los últimos años.
«La brecha digital de género es un tema que nos interesa directamente. El uso de Internet y de los dispositivos digitales de información supone formar parte de una sociedad conectada, donde la inclusión digital opera como ventaja competitiva y que es clave en materia de integración contribuyendo al bienestar de las personas. Las mujeres no pueden quedar al margen de este proceso porque esto significa formar parte activa de la sociedad, constituye un factor de empoderamiento, de comunicación, de integración y de derechos».
En la industria de la radiodifusión, añadió, el bajo nivel de participación de las mujeres en la toma de decisiones es una asignatura pendiente y preocupante toda vez que es claro que los medios de comunicación tienen una fuerte incidencia en modelar los conceptos que se forma la población sobre los roles de género.
«Existe evidencia de que una participación directa en actividades de dirección, operación y locución en medios de comunicación conlleva a la reproducción de imágenes más equilibradas entre hombres y mujeres, este tema es fundamental porque no se trata solamente de una percepción o de una idea preconcebida, sino que existen estudios que claramente demuestran que cuando las mujeres participan en la locución, cuando están a cargo por ejemplo de noticieros tienden a reproducir en menor proporción estereotipos de género».
En ese sentido, consideró, llevar la perspectiva de género a los medios de comunicación es un poderoso factor para impulsar un cambio cultural hacia una igualdad entre mujeres y hombres como lo muestra el
Estudio Cualitativo sobre la Inclusión y Representación de Género, elaborado por el IFT.
C$T-GM