Como cada 6 de enero en México, Melchor, Gaspar y Baltazar llegan a los hogares para entregar juguetes a millones de niñas y niños; y aunque las muñecas, los carritos, la pelotas y los juegos de mesa siguen estando presentes en las cartas, los dispositivos móviles son cada vez más objeto de deseo en una generación marcada por la conectividad y la digitalización.
Este año, en el que las ventas por día de Reyes Magos, superarían los 17 mil millones de pesos, según cifras de la Concanaco, las tablets y videojuegos se mantienen en los primeros lugares entre las preferencias infantiles.
Sin embargo, la conveniencia de regalar un dispositivo móvil a un infante debe ser una decisión consciente, pero sobre todo muy bien evaluada por las madres, padres y cuidadores de familia, basada en premisas como regular el tiempo de exposición a tablets o smartphones, de acuerdo con Mercedes Morera Delfin, maestra de psicologia del área de bienestar estudiantil del Tec de Monterrey, Campus Cuernavaca.
En entrevista para ConsumoTIC, sugirió definir el objetivo del regalo, de preguntarse para qué lo necesita el niño o la niña y que este uso sea complementario a las actividades didácticas y lúdicas realizadas en el hogar.
“Se trata de que este dispositivo electrónico no sustituya un espacio de intercambio de socialización e interacción de juegos y aprendizaje. No hay que ver al equipo electrónico como un sustituto de una persona o de una interrelación presencial, eso hay que cuidarlo demasiado porque si no, se pueden crear adicciones a la tecnología”, advirtió.
De hecho, afirmó, hay estudios recientes alusivos al síndrome Fomo o sensación de perderse algo (Fear Of Missing Out, por sus siglas en inglés), y sus derivados, llamados “Fombies”, es decir, los chicos que se quedan hasta altas horas de la noche conectados al celular con otros.
“Son chicos conectados en ese espacio y tiempo que es cuando socializan, conversan a través de Internet o por los videojuegos que están tan de moda y cada vez pueden generar problemas de adicción”, detalló.
Por su parte, Nayeli Salazar Flores, neuropsicóloga y maestra en Psicología del Tec de Monterrey, expuso que antes de tomar esta decisión, es importante, que papá mamá o tutores se pongan de acuerdo para establecer cuánto tiempo el niño utilizará este dispositivo, así como días y horarios.
Usar dispositivos móviles en la noche, apuntó, genera insomnio ya que se engaña al cerebro con esa luz que representa el día y como adultos, se tiene la idea de que usar el celular ayudará a la relajación, cuando en realidad, se prolonga mucho más ese tiempo de alerta; hay que dimensionar ese efecto en los niños.
“Si no se duerme bien, al día siguiente habrá problemas de irritabilidad, de personalidad y otras consecuencias, como poner menos atención y no retener tanta información como debería ser”, acotó.
Lo que sí se debe considerar es que, a nivel mundial, no se recomienda el uso de dispositivos electrónicos en niños de dos años y menores a, justamente por las alteraciones de tipo visual. Pero a partir de edades mayores, habría que valorar muy bien el uso de estos productos, sugirió Salazar.
Sobre la edad recomendada, puntualizó que debe considerarse la madurez de los menores de edad y el uso que le darán a estos dispositivos: “Madurez no se refiere a la edad biológica del niño, sino a la responsabilidad emocional que tiene para hacer buen uso de una tablet o un smartphone”.
Ambas especialistas coincidieron en que es importante regular el tiempo del niño en el smartphone y que éste sea de utilidad en actividades didácticas en las que se estimulen los procesos cognitivos de los infantes y que provean de beneficios al niño a la hora de utilizar estos equipos.
Si bien hay hábitos que deben ser regulados, Salazar destacó también elementos positivos sobre el uso de dispositivos: a los adolescentes e incluso a los adultos, les ha otorgado vinculación con sus amigos en un escenario de confinamiento.
“Estas plataformas, incluidos los dispositivos móviles, fueron un gran apoyo en procesos de rehabilitación física en Chile con el uso de dispositivos móviles y ya llevan mucho tiempo realizando esto”, refirió.
Para la salud, abundó, estos dispositivos se han aplicado en tele rehabilitación. Se ha comprobado que estos pueden ayudar a niños con autismo en algunos procesos cognitivos como el lenguaje, con canales de comunicación y con algunas plataformas dedicadas a discapacidad.
Como consejo final para los Reyes Magos, Morera dijo que podrían dejar una carta con las instrucciones o acuerdos de cómo usar esa tecnología, junto al zapato del niño en la que se establezca cuánto tiempo y cómo se utilizará el dispositivo.
“Si el niño acepta, se compromete a usarlo únicamente el tiempo establecido, y con programas que representen un beneficio, además de que mamá o papá estarán al tanto de los contenidos, para que de alguna manera se siga alentando esta magia de los Reyes Magos”, indicó la especialista.
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