Pasó de la segunda a la séptima posición de 54 países.
Pese al rebrote de la pandemia del Covid-19, que originó un cúmulo de infodemia y desinformación, México logró descender del segundo al séptimo lugar entre los países con más presencia y consumo de “fake news”, de acuerdo con el Reuters Institute Digital News Report 2020. Sin embargo, el escenario podría tornarse confuso ante la proximidad de procesos electorales.
Para la medición se tomaron en cuenta 54 países, entre los que México logró posicionarse después de Brasil, Estados Unidos, España, Reino Unido, Francia y Argentina, esto luego de que en 2019 se ubicó en la segunda posición.
Se trata de un avance que ha resultado gracias a los esfuerzos no sólo del gobierno, sino también de asociaciones civiles como Artículo 19, agrupaciones, colectivos y medios de comunicación, destacó el investigador Luis Ángel Hurtado Razo, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
“Ahí podemos ver este avance en materia de disminución, no de presencia, sino del impacto que está teniendo la desinformación digital o las fake news, porque asociamos que el impacto se debe en todas las políticas que actualmente se están haciendo para frenar este gran problema mundial», detalló el experto.
En entrevista con ConsumoTIC, recordó que las teorías de conspiración, posicionamientos de personas antivacunas o sobre la inexistencia del Covid-19, surgen en gran parte campañas que fueron auspiciadas y obtener un impacto relacionado con políticas públicas o para dañar a ciertos candidatos, políticos o gobiernos.
El también director general de la consultora Comunicación Política Aplicada alertó que en otros países se está dando un fenómeno, el de regulación de la información, “que está ocurriendo en el mundo, no ha ocurrido en México y espero que no ocurra”.
Durante el confinamiento, comentó el investigador, se materializaron alrededor de 18 a 21 leyes que han buscado regular el tema de la desinformación y de las Fake News, que en lugar de beneficiar o reducir su presencia en los países que lo regulan, han provocado que se incremente la presencia de desinformación digital.
“Se ha visto que la mayoría de estas leyes han regulado no solamente la desinformación, sino que también se ha usado en diferentes contextos para violentar el ejercicio del periodismo, para callar muchas voces y muchos medios, pero sobre todo para frenar algunas libertades que ya se tenían como la libertad de expresión y la de prensa”.
En este sentido, advirtió la necesidad de analizar todos los vaivenes que ha traído el Covid-19, lo que falta o resta para ver estos avances y retos que ha traído el 2020 para el ecosistema digital, en especial cuando viene un periodo electoral y el tema de la vacunación contra el coronavirus.
Por ello, recalcó que la mejor estrategia contra la desinformación o es la alfabetización mediática digital de la sociedad, es oportuno “saber cómo emplear no solamente las redes sociales, sino todos los recursos que ofrece internet, y no solamente internet, sino los demás medios de comunicación para verificar, generar un criterio y evitar la propagación de la desinformación”.
Hurtado Razo insistió en que se trata de concientizar a la sociedad no a partir de publicaciones o desmentidos, sino de brindarle las herramientas necesarias para que los ciudadanos puedan convertirse ellos mismos en verificadores.
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