“Una economía digitalizada es 60% más productiva”.
Los efectos transversales de la digitalización son evidentes en aspectos vitales como la salud, el empleo y la educación; sin embargo, la conectividad también es un poderoso catalizador para acelerar la inclusión financiera: En los últimos tres años ingresaron al sistema financiero alrededor de 3 millones de personas versus casi 11 millones de personas adultas que se volvieron internautas.
En este contexto, AT&T lanzó ReMo, una herramienta que permite a los usuarios “digitalizar su dinero” y que abre la puerta a diversos servicios y alternativas como transferencias de pago, recepción de recursos con cuentas CLABE, pagos en línea y recargas de tiempo aire.
Este producto, lanzado en alianza con Broxel, es para todas las personas que quieran utilizarlo, no requiere tener una cuenta bancaria, ni tampoco tiene anualidad ni montos mínimos, permite además retirar dinero en cualquier cajero o tienda e incluso solicitar créditos con aprobación en minutos desde el celular.
Además, ReMo tienen la capacidad de generar planes familiares asignando tarjetas con saldos individuales para transferir, retirar y limitar su uso; acumula puntos y beneficios por transacción, y no importa la compañía telefónica del usuario.
El dinero móvil no es nuevo, lleva prácticamente una década en el mercado, hay casi 300 plataformas de diferentes tipos relacionadas con temas de pago; en casi 100 países hay casi mil millones de personas que son activas en temas de dinero móvil, sostuvo Daniel Ríos Villa, vicepresidente adjunto de Asuntos Externos de AT&T México.
“Esto es básicamente por dos razones: la primera es que es un costo efectivo porque los sistemas financieros dependen mucho menos de la infraestructura física como los cajeros, y el segundo punto tiene que ver con la pandemia que nos ha enseñado que, de acuerdo con un estudio de Mastercard, cinco meses después de que inició, se incluyen al sistema financiero digital casi 40 millones de personas en América Latina”.
Daniel Ríos Villa habló de los efectos transversales de la conectividad en sectores clave como la salud, la educación, pero también del fuerte impacto económico pues con sólo incrementar 10 puntos porcentuales la penetración de banda ancha, el PIB de un país puede subir hasta 1.4 por ciento. “Sabemos también que cuando una economía está más digitalizada es 60 por ciento más productiva”.
“Estar conectados nos conecta con nuestro dinero, con nuestras finanzas personales y con la manera de administrarlas. La digitalización se mueve mucho más rápido que la bancarización, hasta cuatro veces más rápido, y por eso puede ser un gran catalizador para acelerarla”.
De acuerdo con Ernesto Piedras, director general de la consultora The Competitive Intelligence Unit (CIU), en México existen 126 millones de líneas móviles, de las cuales alrededor de 115 millones operan con navegación móvil, una condición fundamental para distintas actividades y alternativas, entre las que se encuentra la de usar el móvil como una efectiva ventanilla bancaria.
La evidencia internacional muestra que mientras más bancarizado esté un país, más desarrollado es, expuso el analista; sin embargo, refirió que México enfrenta una brecha particular: Una amplia penetración de telefonía móvil, pero bajo nivel de cuentas bancarias, si se habla de tarjetas de crédito el número se reduce aún más, pues sólo una de cada cinco personas tiene producto financiero de este tipo.
“La evidencia muestra que con dinero físico se aumenta la velocidad del dinero, luego el dinero de plástico como se le llegó a llamar a las tarjetas aceleró esa velocidad y con ello el crecimiento económico, y ahora este dinero digital acelera todavía más la transaccionalidad en la economía y con una característica sumamente democrática que ayuda a todos, cerramos brecha transaccional y de ingreso. La evidencia está en el mundo y ahora lo estamos viendo en México”.