OCDE y G20 abordarán el tema en Argentina.
Los procesos de digitalización en las grandes economías se desarrollan con paso acelerado, un beneficio que al mismo tiempo impone algunos desafíos en materia fiscal, por lo cual la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Grupo del G20 buscarán soluciones que ejercer hacia el 2020.
“La comunidad internacional ha dado un importante paso hacia la resolución de los desafíos fiscales que plantea la digitalización de la economía. Hemos delineado la complejidad de los problemas y hemos puesto el acento sobre la importancia de buscar un acuerdo internacional, para nuestras economías y para el futuro del sistema normativo», explicó José Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE.
En Buenos Aires, Argentina este 19 y 20 de marzo, los miembros del Marco Inclusivo de BEPS de la OCDE y del G20 trabajarán para lograr una solución consensuada hacia 2020, tal y como lo establece el Informe Provisional sobre los Desafíos fiscales derivados de la Digitalización, el cual será presentado durante este encuentro.
Con base en el Informe 2015 sobre la Acción 1 de BEPS, el reporte incluye un análisis exhaustivo de los modelos económicos y de la creación de valor derivados de los procesos de digitalización, e identifica las características que se observan frecuentemente en ciertos modelos económicos altamente digitalizados.
El Informe Provisional examina también cómo afecta la digitalización a otras áreas del sistema fiscal, incluso las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar los servicios al contribuyente y mejorar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, así como los riesgos fiscales, incluyendo aquellos relacionados con la tecnología blockchain en que se basan las criptomonedas.
«Describe las potenciales consecuencias para las reglas de fiscalidad internacional, e identifica las diferentes posturas mantenidas por los países que condicionan sus enfoques sobre las posibles soluciones», indicó la OCDE a través de un comunicado.
Algunos países han aceptado trabajar sobre una solución hacia el 2020; consideran que es imperativo actuar con rapidez y apoyar la introducción de medidas provisionales identificando algunos efectos colaterales adversos; otros se oponen a ello tras considerar que ello generaría riesgos y consecuencias adversas.
En el comunicado, se explica que en el Proyecto de la OCDE y del G20 respecto a la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios, se ha logrado generar nuevos estándares para combatir la doble no-imposición.
«La implementación en los países del amplio paquete BEPS ya está teniendo impacto, con evidencia de que algunas multinacionales han modificado sus estructuras fiscales para ajustarse mejor a sus operaciones comerciales. Medidas que ya están aportando mayores ingresos a los gobiernos, -más de 3 mil millones de euros solamente en la Unión Europea-, resultado de la implementación de las nuevas Directrices Internacionales sobre el IVA/GST».
José Ángel Gurría aseguró que la OCDE está lista para acompañar a los países en su búsqueda de una comprensión común de los desafíos fiscales de la digitalización de la economía, así como de soluciones que brinden resultados a largo plazo.
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