Ausencia de socialización física genera secuelas.
La desconexión digital es una necesidad y un derecho que urge poner en práctica, por la salud física y mental de las personas en general, adultos, jóvenes e infancia. Estar conectados casi nueve horas al día en promedio, con home office y educación a distancia, videoconferencias y videollamadas, paradójicamente está provocando soledad, crisis de ansiedad y distimia.
Contrario a lo que se pensaría, en realidad, lo que una gran cantidad de personas están sintiendo en su vida diaria al estar conectadas a una clase, muchas veces sin cámaras, o trabajando virtualmente con un grupo de compañeros representa una gran soledad, aseguró Valeria Lugo, maestra en Psicoterapia Gestalt.
“Se vive el trabajo en línea, tanto laboral como académico, desde la soledad. Muchas personas afirman que hay mucha desconexión. El trabajo se vuelve sólo producir, es rutinario; no hay una conexión real con los demás. Hay mucho aislamiento”, explicó la especialista.
Muchos jóvenes que tenían ansiedad se les está incrementando, al igual que ataques de pánico, e incluso pacientes que nunca habían presentado una situación ansiosa ya la están padeciendo. Además hay mucha distimia, un síntoma muy común de la depresión que puede describirse como desgano o desmotivación.
En los niños y niñas, afirmó Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, la falta de socialización ha dejado ansiedad, depresión, incertidumbre y actitudes agresivas, lo que puede combatirse fortaleciendo el vínculo afectivo al interior del hogar, con juegos y actividades en espacios seguros con los integrantes de la familia.
Esa conexión humana es la que está faltando y dejando huella en la salud mental de muchas personas, a un año de distanciamiento social en el que gran parte de la convivencia se ha dado a través de pantallas en un entorno de creciente conectividad entre más de 87.4 millones de internautas en el país.
Por ello, algunos de los hábitos saludables que recomendó la psicóloga Valeria Lugo para una desintoxicación digital son: Dejar de usar el celular o las pantallas durante algunos momentos del día; por ejemplo, a la hora de comer dedicar el tiempo solo a esta actividad; incluso, sugirió apagar los smartphones cuando no haya necesidad de usarlos.
También sugirió evitar el celular antes de dormir o ajustarlo al modo nocturno, pues hay estudios que indican que la luz azul que irradia interfiere con el ciclo del sueño, el ciclo natural que hace al cerebro distinguir entre el día y la noche.
Otra de las sugerencias es tener un espacio específico para trabajar, a fin de que las personas no utilicen para ello los sitios destinados al descanso, como la cama. Es saludable diferenciar esos espacios.
Pero, sobre todo, la experta recalcó que si bien no ha terminado la pandemia, lo que podría ayudar mucho es el contacto humano, como platicar cara a cara con familiares o con alguien que no se haya visto hace mucho tiempo, pero guardando la distancia.
De acuerdo con el 16° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2020, el internet alcanza un 74 por ciento de penetración entre la población de personas mayores a seis años de edad y el tiempo promedio que pasaron navegando en el 2020 fue de 8 horas 57 minutos, 37 minutos más que en 2019.
Entre esa población de conectados se encuentran 13.2 millones niñas y niños que, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2018, se encuentran en edad escolar, de seis a 11 años y 13.7 millones son adolescentes de 12 a 17 años.
C$T-GM