Cotizan las compras en criptomonedas para evitar dejar rastro.
Tal como lo anticiparon las principales firmas de seguridad informática este año el tema del COVID-19 y la pandemia ha sido utilizado por el cibercrimen para encubrir sus estafas y acciones maliciosas, en esta ocasión con la “engañosa” comercialización o acceso a las vacunas contra el coronavirus a través de la dark web.
En la mayoría de los casos detectados se ofertan dosis de uso personal, apelando a las demoras en los tiempos de distribución de la vacuna, aunque también se ha detectado la venta mayorista por lotes de 10 vacunas contra el COVID-19 para su reventa, ya sea en otros mercados en Internet o de manera clandestina fuera de la web, precisa la firma de seguridad ESET.
“Los cibercriminales, además, agregan credibilidad a estos anuncios utilizando métodos de ingeniería social tradicionales: realizan la publicación desde el perfil de un vendedor que cuenta con reputación positiva y sólida en la plataforma, copian fragmentos de textos de sitios legítimos o utilizan imágenes creadas por medios oficiales relacionadas con la producción real de las vacunas, apelan a una posible escasez en medios oficiales, e incluso incluyen reseñas de falsos compradores que alegan haber recibido el producto realmente”.
ESET identificó en los sitios más concurridos de la dark web, una numerosa cantidad de ofertas falsas valoradas entre 300 a 500 dólares, cotizadas en criptomonedas para evitar dejar rastro del dinero transferido y contar con una cotización adaptada a distintas monedas del mundo, aunque la mayor cantidad de los artículos están orientados a encontrar víctimas en Europa y Norteamérica.
“Una vez más vemos cómo los cibercriminales siguen explotando el tema de la pandemia y en este caso un nuevo capítulo de la misma, como es el tema de las vacunas. Recordemos que este tipo de publicaciones son complejos engaños que apelan al miedo y la desesperación.”, agrega ESET.
La firma recuerda a los usuarios de internet que reflexionen en torno a estas supuestas ofertas pues resultan “demasiado buenas para ser verdad”, tanto por el precio como por el tipo de artículo, y antes de tomar una decisión deberían preguntarse: ¿es posible que una persona adquiera este artículo y lo venda de manera privada? ¿Hay manera de verificar si el producto es real?
De igual forma, hacer una simple búsqueda de las imágenes que dicen ser del artículo del vendedor puede ayudar a descubrir si se trata de imágenes propias del anunciante o si están utilizando información genérica tomada de algún sitio de Internet.
También puede ser de gran utilidad investigar si el artículo o la descripción de la supuesta venta, permite analizar al vendedor que la provee o si apela a nuestras emociones y lo más importante que las cuestiones de salud se deben tratar sólo con organismos oficiales de gobiernos locales, y al detectarse este tipo de delitos es importante denunciarlos.
C$T-EVP