En la antesala de la elección del 1 de junio, cuando millones de personas en México elegirán de forma directa a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación, firmas de ciberseguridad advierten de un alarmante incremento en los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) contra infraestructuras críticas del país.
“El proceso electoral del 1 de junio en México representa un punto de inflexión democrática, y es precisamente en este tipo de coyunturas cuando los ataques DDoS se intensifican”, advirtió Jorge Tsuchiya, Director Regional para México de NETSCOUT.
El especialista apuntó que en esta coyuntura se observa un uso cada vez más estratégico y automatizado de estas amenazas digitales, que ahora pueden ser orquestadas incluso por actores con conocimientos técnicos mínimos gracias a la inteligencia artificial y los servicios de DDoS de alquiler.
En un informe reciente, la firma detectó que los ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS), es decir, aquellos que buscan interrumpir servicios esenciales y generar desinformación, se registraron un incremento del 218 por ciento.
Este tipo de ataques suelen estar ligados a acontecimientos sociopolíticos de alto impacto, como las elecciones, y tienen el potencial de debilitar la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.
El Informe de Inteligencia sobre Amenazas DDoS 2H2024, publicado por NETSCOUT, destaca cómo los atacantes aprovechan estos momentos de vulnerabilidad nacional para amplificar el caos y sembrar incertidumbre.
El Instituto Nacional Electoral (INE) realizó recientemente el segundo simulacro nacional de cómputos distritales y del Sistema de Información sobre el Desarrollo de la Jornada Electoral (SIJE), ambos sistemas esenciales para garantizar la transparencia y legitimidad del proceso.
Estas plataformas, al igual que otras infraestructuras digitales gubernamentales, son blancos potenciales de ciberataques que buscan sabotear el flujo de información y obstaculizar el funcionamiento del sistema electoral.
A nivel global, la tendencia es clara: los ataques DDoS se están utilizando como herramientas de guerra digital en escenarios de alta tensión política. Casos como el aumento del 2.844 por ciento en Israel durante operaciones militares, o del 1.489 por ciento en Georgia previo a una votación parlamentaria, refuerzan el carácter geopolítico y desestabilizador de estas amenazas.
En este contexto, Tsuchiya subrayó que la digitalización de los procesos democráticos exige que no solo se piense en la seguridad física de las elecciones, sino en su resiliencia cibernética.
“Proteger la integridad del voto en la era digital implica estar preparados para enfrentar amenazas invisibles, pero profundamente disruptivas”.
C$T-GM