Cambio tecnológico megatendencia por derecho propio.
A medida que el mundo enfrenta diversos retos, incluido el envejecimiento de la población, el cambio climático y el agotamiento de recursos naturales, la tecnología estará llamada a contribuir con nuevas y mejores soluciones a los problemas que surjan.
En el estudio Perspectivas de la OCDE en Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina, el organismo internacional señala que el cambio tecnológico tendrá profundos efectos durante los próximos 10 o 15 años, alterando ampliamente economías y sociedades.
De las 10 tecnologías clave o emergentes más prometedoras, potencialmente más disruptivas y que conllevan riesgos significativos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pone énfasis en cuatro de ellas, las cuales ubica en el cuadrante digital: el Internet de las Cosas, Análisis de Datos Masivos, Inteligencia Artificial y Cadena de Bloques.
«El cambio tecnológico es una megatendencia significativa por derecho propio, que reconfigura constantemente economías y sociedades, en ocasiones de manera radical. Los alcances de la tecnología —en términos de su forma, bases de conocimiento y áreas de aplicación— son extremadamente amplios y variados, y los modos en que interactúa con economías y sociedades son complejos y coevolutivos».
Estas condiciones, añade la OCDE, crean una notable incertidumbre acerca de los destinos e impactos futuros del cambio tecnológico, pero también ofrecen oportunidades a empresas, industrias, gobiernos y ciudadanos para configurar el desarrollo y adopción de tecnología».
Internet de las Cosas (IdC).
El término va más allá de los dispositivos tradicionalmente conectados a internet, como laptops y teléfonos inteligentes, al incluir todo tipo de objetos y sensores que están presentes en el espacio público, el lugar de trabajo y los hogares, y que recopilan información y la intercambian entre ellos y con los seres humanos.
«El IdC es realmente un internet de todo; además de conectar cosas, habilita conexiones digitales entre otros elementos del mundo físico, como seres humanos, animales, aire y agua. Los sensores en red y los actuadores en el IdC sirven para monitorear la salud, la ubicación y las actividades de personas y animales, y el estado que guardan los procesos de producción y el ambiente natural, entre otras aplicaciones».
La OCDE señala que el IdC está íntimamente relacionado con el análisis de datos masivos y el cómputo en la nube. Mientras que el IdC recopila datos y realiza acciones con base en reglas específicas, el cómputo en la nube ofrece la capacidad de almacenar la información, y el análisis de datos masivos fortalece el procesamiento de datos y la toma de decisiones. En conjunto, estas tecnologías pueden potenciar sistemas inteligentes y máquinas autónomas.
«El internet de las cosas (IdC) promete una sociedad hiperconectada, digitalmente receptiva, que tendrá un profundo impacto en todos los sectores de la economía y de la sociedad. Si bien tiene un gran potencial para apoyar el desarrollo humano, social y ambiental, es necesario dotarlo de varias salvaguardas para garantizar la protección y seguridad de los datos».
Análisis de datos masivos (big data)
El análisis de datos masivos se define como un conjunto de técnicas y herramientas que se utiliza para procesar e interpretar grandes volúmenes de datos generados mediante la creciente digitalización del contenido, el mayor monitoreo de las actividades humanas y la difusión del IdC.
Puede utilizarse para inferir relaciones, establecer dependencias y realizar predicciones de resultados y comportamientos. Diversos tipos de análisis de datos permiten extraer información a partir de datos mediante su contextualización y examinando la manera en que están organizados y estructurados.
«Se requiere de herramientas y técnicas analíticas para cosechar la promesa de los datos masivos. Las implicaciones socioeconómicas son enormes, y un gran reto para las políticas será equilibrar la necesidad de apertura con las amenazas que una “datificación” extrema de la vida social puede significar para la privacidad, seguridad, equidad e integridad».
Inteligencia Artificial (IA)
La Inteligencia Artificial se define como la capacidad de las máquinas y sistemas para adquirir y utilizar conocimiento y tener un comportamiento inteligente. Esto significa realizar una amplia variedad de tareas cognitivas como percibir, procesar lenguaje oral, razonar, aprender, tomar decisiones y contar con la capacidad de mover y manipular objetos en consecuencia.
«Los sistemas inteligentes usan una combinación de análisis de datos masivos, computación en la nube, comunicación entre máquinas e internet de las cosas (IdC)) para operar y aprender. La IA está habilitando nuevos tipos de software y robots que actúan cada vez más como agentes autónomos que operan con mayor independencia de las decisiones de sus creadores y operadores humanos de lo que cualquier máquina había podido hacer en el pasado.
Esta tecnología busca dotar a las máquinas con capacidades de razonamiento que, algún día, podrían rebasar las de los seres humanos. Si bien aún es difícil apreciar la totalidad de su impacto, es probable que los sistemas inteligentes generen considerables ganancias en productividad y conduzcan a cambios irreversibles en nuestras sociedades.
Cadena de Bloques (Blockchain)
La Cadena de Bloques es una base de datos distribuida que actúa como un libro contable público, abierto, compartido y confiable que nadie puede alterar y que todos pueden consultar. Se prevé que esta tecnología trastorne diversos mercados al permitir transacciones confiables sin necesidad de un tercero. Sin embargo, la proliferación de esta tecnología está amenazada por problemas técnicos que aún deben resolverse.
Los protocolos basados en cadena de bloques, por ejemplo, el Bitcoin, especifican cómo los participantes pueden mantener y actualizar el libro contable utilizando criptografía y a través de un consenso general.
La combinación entre transparencia, reglas estrictas y una constante supervisión que potencialmente puede caracterizar una red basada en Cadena de Bloques ofrece condiciones suficientes a sus usuarios para que confíen en las transacciones que se realizan en ella sin necesidad de una institución central.
«Como tal, la tecnología ofrece la posibilidad de menores costos por transacción al eliminar la necesidad de un intermediario confiable para realizar transferencias de valor suficientemente seguras. Esto podría trastornar mercados e instituciones cuyo modelo de negocios o razón de ser, radica en proveer la confianza que favorece las transacciones».
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