Apoyos crediticios sumarán 400 mdp.
Apoyar el emprendimiento de las mujeres en sectores donde las condiciones de vida no son las mejores, exige un doble esfuerzo, pues además de generar condiciones para acceso al crédito y brindar capacitación, resulta imprescindible fortalecer su «autoestima y empoderamiento», elementos vitales en el desarrollo de sus iniciativas productivas.
Pro Mujer es la única institución en México que combina las microfinanzas con el cuidado de la salud y el empoderamiento de las mujeres, con el propósito de impactar en la actitud de las emprendedoras con las que trabajamos, eso implica incidir en su educación», precisó Rodolfo Medrano, director general de la institución.
El directivo admitió que 2017 ha sido un periodo difícil; sin embargo, la cartera de clientas de Pro Mujer México, que ya supera las 56 mil integrantes, este año crecerá 21 por ciento, es decir, un porcentaje importante de mujeres que buscan una oportunidad de acceso al financiamiento para emprender un proyecto productivo.
Tratamos de impactar en dos grandes áreas: una que es un poco personal de las participantes, su autoestima, su empoderamiento y la segunda parte que es generar una serie de herramientas que les permita de la mejor manera, gestionar su proyecto de negocio, desarrollar un plan de negocios, crecer y reinvertir».
Parte importante en la capacitación que ofrece la institución, es el manejo de redes sociales y el conocimiento de otras herramientas que ofrece internet, como parte esencial para la difusión de los servicios que ofrecen y una forma adicional de comercializar sus productos.
Entrevistado por Con$umotic, explicó que el programa Pro Mujeres 2017 recibió a más de mil mujeres, de las cuales sólo lograron concluir su formación poco más del 50 por ciento, debido a múltiples factores adversos, que les impide completar los módulos de capacitación.
Detalló que apoyado en alianzas estratégicas con la Asociación Civil, CREA y la financiera JP Morgan, a las 500 emprendedoras que completaron su capacitación se les otorgó financiamiento para sus iniciativas productivas, además que en la evaluación de sus proyectos, resultaron premiados los 12 mejores planes de negocio y se entregó un apoyo adicional a los tres mejores modelos presentados.

El perfil de las clientas de Pro Mujer son personas con edad promedio de 32 años, sostienen la actividad económica de su hogar en forma parcial o total, tienen una actividad productiva de comercio o servicios, poco acceso a formación académica -en su mayoría solo escuela primaria-, poco acceso a la salud y limitado acceso al sector financiero formal.
Aunque una buena parte de las clientas de ProMujer vive en zonas remotas o rurales, la organización también apoya a Mujeres que residen en la Ciudad de México, así como del Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz.
Llegan generalmente con una idea comercial y Pro Mujer les apoya financieramente a emprender su primer negocio, normalmente en giros comerciales como la compra-venta de artículos comerciales, confección textil, venta de alimentos, etcétera».
Rodolfo Medrano destacó el gran nivel de compromiso que hay entre las 56 mil clientas activas en Pro Mujer México, las cuales reportan en 93 por ciento, un favorable cumplimiento en el pago de sus créditos.
Hay un buen nivel de compromiso, son muy responsables las participantes y por ello la institución coadyuva con una buena educación financiera, pero además somos muy incisivos en combatir el problema de violencia intrafamiliar y por supuesto en solventar sus problemas de servicios de salud».
Precisó que el ticket promedio solicitado es de 8 mil pesos, pero se apoyan proyectos productivos que requieren dos mil pesos, 10 mil, o hasta 40 mil pesos; montos que pueden parecer pequeños pero que tienen una gran importancia para este tipo de mujeres emprendedoras, entre las que se logrará dispersar este año hasta 400 millones de pesos en apoyos crediticios.
Los logros son muy positivos a pesar de las enormes dificultades de los dos sismos de este año, particularmente en el sur de la Ciudad de México, en Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa donde fue necesario brindar un apoyo extraordinario».
En esos casos las clientas que tuvieron cuotas o préstamos pendientes, se les tuvo que apoyar para dar solución a deudas y ofrecerles un nuevo crédito, «empezar de cero, es decir condonar deudas y darles un apoyo para que re-inicien sus negocios, porque la preocupación de la mayoría fue, ¿como empezar a mover nuevamente sus negocios?.
C$T-EVP