Economía y educación, asignaturas pendientes.
Hacia el año 2020, estima el Foro Económico Mundial, la Cuarta Revolución generará la pérdida de 7 millones de empleos los cuales serán considerados superfluos e innecesarios, pero al mismo tiempo creará nuevas fuentes de empleo relacionados con la computación, ingeniería y matemáticas.
Este dato pone de relieve la urgente necesidad de impulsar acciones específicas para organizar la transición y contar con trabajadores capacitados; de lo contrario, los gobiernos tendrán que lidiar con más desempleo y desigualdad.
Si bien la pérdida de empleos afectará casi a la par a mujeres y hombres, por cada cinco trabajos perdidos para la población femenina, sólo uno se creará para ellas. ¿Las mujeres en México poseen los conocimientos, capacidades y destrezas necesarios para enfrentar un mundo cada vez menos analógico?
Si bien la respuesta es de carácter multidimensional, es claro que el panorama resulta poco halagüeño para toda aquella niña y mujer que carezca de las habilidades y capacidades académicas para enfrentar el nuevo paradigma digital. ¿Queremos empoderarnos? Apostemos al conocimiento.
Economía y Educación:
En dos de las esferas más importantes para una sociedad, el panorama resulta poco halagüeño para la población femenina que carece de las habilidades y capacidades académicas para enfrentar el nuevo paradigma digital:
Economía. De acuerdo con datos de la CEPAL, “la pobreza tiene cara de mujer”, pues por cada 100 varones en esta condición se encuentra 118 mujeres; en México, sólo 6.5 por ciento de los empleos de mayor productividad están ocupados por mujeres, lo cual coloca al país por debajo del promedio de América Latina que es el 7.7 por ciento.
Educación. De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, la proporción de mujeres en analfabetismo funcional es casi dos puntos porcentuales mayor que en hombres; 10.6 por ciento de las mujeres de 15 y más años es analfabeta funcional, mientras que en la población masculina esta características se presenta en 8.7 por ciento de la población.
Quizá este dato ayude a explicar otra estadística, que si bien retrata una realidad mundial, se coloca como una advertencia para México: Sólo 35 por ciento de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son mujeres.
C$T-GM