Ante el futuro digital ya presente, los profesionales deben dominar más que nunca, la adaptación constante al cambio y para poder ubicarse laboralmente, es necesario contar con formación continua, competencias digitales y redes de contactos, además de tener claro que todo aquello que pueda “ser hecho de manera automática, será así”.
“La automatización destruirá empleos, pero también creará nuevos. Suponiendo que no haya una gran disrupción por nuevas tecnologías, los empleos del futuro requerirán de personal más cualificado en tecnología y estudios superiores”, destacó Eva Rimbau Gilabert profesora de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Uso de la información y datos, comunicación, creación de contenidos, resolución de problemas y pensamiento crítico serán competencias con mayor demanda, pero también competencias no cognitivas, como flexibilidad a nuevas circunstancias, resiliencia, espíritu emprendedor e iniciativa, además de cognitivas avanzadas, como la definición de problemas, síntesis de ideas, pensamiento creativo y evaluación de ideas.
Aunque recomienda no descartar las competencias digitales y elegir entre las sociales o cognitivas avanzadas, no será necesario abarcar todas las disciplinas, lo importante es planificar y elegir entre aquellas en las que se crea hay mayor predisposición para desarrollarlas.
“Además, hay que tener presente que las formas de trabajo se diversifican. Hay nuevas formas de trabajo cogiendo fuerza en todo el mundo y que rompen con los esquemas convencionales de lo que entendemos por trabajo”.
En contraste indicó que los empleos que pueden ser más afectados por los procesos de automatización tienen características comunes: requieren un nivel de educación formal relativamente bajo y una interacción social sencilla”, explica la también experta en teletrabajo.
Rimbau Gilabert destacó que las actividades más difíciles de automatizar, independientemente del trabajo, son todas aquellas no rutinarias ya sea por su complejidad de realizar, o por ser susceptibles de presentar variantes impredecibles o un entorno cambiante.
“Aquellos trabajos que parecen tener menos riesgo de sucumbir a la tienda de la automatización reúnen estas características: Alto nivel educativo; Alta interacción social; Alta coordinación, planificación y gestión”, detalló.
Esto significa que los procesos de automatización si bien destruirá empleos, esto no sucederá en todos los sectores, sólo entre aquellos que tengan más riesgo de ser automatizados, siendo la manufactura, los empleos de la construcción y el comercio los más débiles ante el presente contexto.
Rimbau comentó que otras de las tendencias a las que se habrá que adaptar en el mercado laboral, será que mucho de la oferta laboral carecerá de opciones de Seguridad Social, e incluso episodios de inestabilidad, el reto será integrarse a esa dinámica, “hacerlo bien, protegiendo tus intereses de salud” , con cierta flexibilidad en las circunstancias personales para aprovechar las oportunidades que se presenten.
C$T-EVP