Dar un giro para no perpetuar las desigualdades y el “colonialismo de datos”, eliminar la centralización y quizá pensar en redes autogestivas, son propuestas que en opinión de la experta Irene Soria Guzmán, podrían encaminarse hacia posibles soluciones a las problemáticas sobre el funcionamiento de las redes sociales en internet.
“Aunque queramos regular desde diferentes países, desde diferentes leyes, al final el código es ley, entonces lo que esté escrito en el código será lo que estas redes hagan y estarán a expensas de ello. Esa sería una primera problemática”, reconoció la activista de software libre y profesora Universidad del Claustro de Sor Juana.
Por ello, buscar soluciones desde otro lugar, es decir, hacerlo de otro modo, pues al seguir haciéndolo de la misma manera, continuando con las mismas reglas, advirtió, se perpetuarán las desigualdades y este nuevo colonialismo que, dijo, algunos investigadores llaman “colonialismo de datos”.
“Si estamos ya en este momento en el país en el que estamos además ya cuestionándonos, repensando la colonialidad y nuestra historia, el discurso y la narrativa, me parece que también tenemos que voltear a ver e impedir, o al menos cuestionar fuertemente este nuevo colonialismo”.
En la mesa “El lado oscuro de las redes: capitalismo, infraestructura y trabajo”, del coloquio virtual “¿Benditas o malditas redes sociales? Retos, regulaciones y alternativas para la democracia socio-digital”, se pronunció por intentar encontrar soluciones pensando de otro modo, tratar de “hackear” la idea de que pretender regular todo, de poner reglas para todo.
“De alguna u otra manera también estamos trabajando para estas industrias, para estas empresas, para todo este capitalismo de datos. Estamos pagando literalmente con nuestra vida. O sea, sí estamos conectados, pero ¿a qué costo estamos teniendo esta conectividad y hacia qué rumbo o hacia dónde va dirigida está hiperconectividad?”.
A su vez, en su exposición, Nicolás Laguna, exdirector Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC) del Estado Plurinacional de Bolivia, coincidió en que la información se ha convertido en el objeto de explotación, proceso en el que se han formado monopolios.
“Tenemos empresas que monopolizan el flujo de la información, el tráfico de información del internet, el almacenamiento de esta información. Tenemos más o menos un poco más de la mitad de la población del mundo conectada; se habla de cuatro mil millones de personas conectadas al internet todas ellas produciendo datos que van a ser luego explotados, apropiados por estas empresas”.
En la mesa, Delia Crovi Druetta, profesora Investigadora UNAM, comentó que el ciberespacio se funde con la realidad, es donde las empresas privadas hacen sus propias normas sociales, sus propios método de castigos y no dejan espacio para redes de carácter público, es por ello que, advirtió, no se puede ver de manera aislada.
C$T-GM