El sector empresarial mexicano enfrentará en este mismo año varios desafíos en la adopción de Inteligencia Artificial (IA) Generativa para sus negocios, entre ellos la brecha de conocimiento derivado del avance acelerado de la tecnología, la gobernanza de los datos, la ciberseguridad y el uso ético de la herramienta.
De acuerdo con el Informe de Madurez Digital 2025, elaborado por la Cámara Americana de Comercio en México, la consultora Ernst & Young y las empresas Needed Education y KIO, contar con infraestructura y regulaciones que facilitan la operación y el intercambio de datos, es un punto crítico a resolver para las empresas que son eslabones clave de su ecosistema.
Respecto a la brecha de conocimiento, el informe indica que el principal reto está en el entendimiento del uso y potencial de la IA, debido a que con su rápido avance, los equipos quedan rebasados y por ello se espera que este tema afecte a los individuos en su vida personal y a los líderes empresariales.
Por lo que toca a la ciberseguridad, los informes del Foro Económico Mundial han posicionado este tema como el riesgo principal, tanto a nivel global como en Latinoamérica riesgo que supera la calidad de “pasajero”, para convertirse en permanente para los próximos años.
“Si bien los directores ejecutivos entrevistados señalan a la seguridad como uno de los temas claves de los próximos 12 meses, los niveles de seguridad varían ampliamente según el tamaño de la empresa y la industria en la que opera”.
Las grandes empresas y corporaciones mantienen un nivel de seguridad elevado no solo por gestión de riesgos, sino también por cumplimiento normativo, mientras que las pequeñas y medianas empresas invierten menores recursos en el tema y lo miran como un gasto operativo.
Otro de los retos que se identifican para la aplicación de IA en los próximos meses es la ausencia de una estrategia clara, que limita la aplicación segura de la tecnología. “Sin reglas definidas, los usuarios manejan la tecnología según su criterio y podrían exponer información sensible”.
El uso responsable, ético y alineado a los valores sociales es otro de los desafíos identificados. En ese sentido, “la brecha en la ética tecnológica debe ser atendida con urgencia, ya que la presión del mercado, las expectativas de los consumidores y los marcos regulatorios eventualmente obligarán a las empresas a cumplir con estándares éticos más estrictos”.
También se observa que ante el avance continuo de la tecnología, las empresas especializadas en capacitación de transformación digital tendrán un papel crucial, aunque ellas mismas enfrentan el riesgo de mantenerse actualizadas en un ambiente tan cambiante.
Por otro lado, una de las dificultades para las empresas que buscan aplicar IA, es entender cuál es el modelo que mejor se ajusta a sus necesidades, porque “no todos los modelos sirven para todo, ni el más potente es siempre la mejor opción. La elección depende del problema que se busca resolver, ya que algunos procesos no requieren modelos grandes y costosos”.
Un reto complementario es equilibrar la convivencia entre las personas y la tecnología, porque el Índice Económico Antropogénico indica que “la IA no está transformando trabajos enteros, sino fragmentos de ellos”.
Por ejemplo, sólo 4.0 por ciento de los empleos usan IA en más del 75 por ciento de sus tareas y por lo tanto, “muchos trabajos están comenzando a parecerse a un collage de tareas humanas más tareas automatizadas y por tanto, la IA está “desarmando” el trabajo en microtareas.
Las empresas deben entender este proceso y cómo afecta a su desempeño ya sus trabajadores para sacar el mejor provecho.
C$T-GM