México concentra 47 por ciento de los ciberataques en América Latina y en este año se estima que será el sexto con más incidentes de ransomware. No obstante, las micro empresas siguen pensando en antivirus, mientras las grandes industrias prefieren trabajar con profesionales, en tanto el mercado de la ciberseguridad alcanzará un valor de 2 mil 600 millones de dólares para el presente año y un crecimiento anualizado de 9.2 por ciento.
Al presentar el estudio “Ciberseguridad en México: perspectivas de las empresas, valor y preparación para el mercado”, en el contexto del lanzamiento de la empresa de ciberseguridad T-Note, Ernesto Piedras, director general de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), señaló que tanto en las Pymes como en las grandes empresas va en crecimiento la adopción tecnológica, en especial en sectores como servicios financieros, transportes, servicios inmobiliarios y comercio.
Sin embargo, la ciberseguridad sigue siendo un problema, pues según el informe anual de Fortinet 2023, México concentró casi la mitad de los ciberataques en Latinoamérica (47 por ciento) y de acuerdo con el informe de SonicWall 2024, México es el país número 6 en el ranking de ataques de ransomware, con índices de incidencia en el sector empresarial que van del 18 al 40 por ciento.
El especialista explicó que algunas de las razones que explican este escenario es la creciente inclinación al comercio electrónico, pero a la vez el país es vulnerable ante el déficit de profesionales en materia de ciberseguridad. De hecho, la incidencia empresarial de denegación de servicios asciende al 18 por ciento; la de malware y ransomware 21 por ciento cada uno y la de phishing, 40 por ciento.
Por otro lado, “la producción de capital humano en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) no corresponde con el valor agregado del sector digital: De las carreras TIC egresaron 40 mil personas en el ciclo 2022-2023, lo que representa apenas el 0.7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) al cierre de 2023, en tanto el valor agregado bruto de la economía digital es de 7.4 por ciento del Producto Interno Bruto”, es decir, persiste un déficit importante.
Entre las carreras que más egresados producen, destaca el Desarrollo de Software, que generó 49 por ciento en el ciclo 2022-2023, equivalente a casi 19 mil 500 personas; seguido de informática con 23 por ciento; Planes de Innovación TIC con 12.9 por ciento; Telecomunicaciones con 8.1 por ciento; ciencias computacionales, 3.6 por ciento y planes de implementación TIC y soporte y servicios de mantenimiento con porcentajes menores.
Esto significa que el déficit de profesionales para la ciberseguridad se mantendrá en el corto y mediano plazos, mientras la oferta para empleos en la materia sigue en aumento, como indica el estudio “Construyendo una fuerza de ciberseguridad capacitada en América Latina” de la OCDE, las ofertas para analistas de ciberseguridad crecerán 80 por ciento en la región (México incluido) en el corto plazo; las de trabajo en línea y para ciberseguridad aumentarán en 64.6 por ciento y las de otras profesiones TIC en 27.3 por ciento, precisó Ernesto Piedras.
A ello se suma el hecho de que el sector gobierno invierte poco en materia digital. El e-ciudadano y la e-empresa están muy adelante del e-gobierno, que no está suficientemente en la nube, y con un carácter más informativo que transaccional.
De hecho, el presupuesto público para bienes y servicios TIC programado para el 2024, asciende a 45 mil 381.3 millones de pesos, lo que representa el 0.7 por ciento del Presupuesto Público total del país que, si bien ha aumentado considerablemente en los últimos dos años, es todavía muy bajo si se compara con el 5.0 por ciento que destinan los países en desarrollo y el 11 o 12 por ciento que ejercen naciones desarrolladas.
En ese contexto, las conclusiones son claras: la adopción tecnológica en todos los tamaños de empresas va en aumento, mientras la ausencia de un marco regulatorio en ciberseguridad y el tamaño de la economía mexicana, hacen al país un objetivo perfecto para los ciberataques; las soluciones en ciberseguridad presentan una oferta que no coincide con la oferta en el mercado, aunque el valor total de éste podría superar los 3 mil millones de dólares en 2026.
Además, persiste el déficit de profesionistas en las materias requeridas para mejorar la ciberseguridad y las microempresas, que significan el 94.9 por ciento de los establecimientos en el país y emplean al 37.2 por ciento de los trabajadores, con una generación de apenas el 14.6 por ciento del valor agregado, son más vulnerables, porque en general no piensan en ciberseguridad, sino que simplemente aplican antivirus, lo cual las coloca en gran riesgo.
C$T-GM