Con el uso intensivo de la Inteligencia Artificial, la ciberdelincuencia ya se encuentra cinco pasos adelante de la ciberseguridad y para estar al mismo nivel o incluso aventajarla, las organizaciones deben ser conscientes de que la protección ya no se limita a los directores de seguridad informática o los encargados de Tecnologías de la Información (TI), sino que involucra a todos: desde empleados de los niveles más básicos, hasta la alta gerencia.
“Los ciberdelincuentes hoy en día cada vez están más sofisticados, cada vez tienen mejores herramientas, mejores equipos y hacen labores de investigación mucho más profundas, mientras las empresas se están quedando atrás por falta de recursos, por poca inversión y porque estamos un poco desactualizados y nos faltan profesionales en ciberseguridad”, advirtió la académica de la UNAM y especialista en ciberseguridad, Nazly Borrero Vásquez.
Al presentar su libro “Cyber Artificial, conectando las fuerzas de protección”, la especialista advirtió que la sociedad en su conjunto y en especial las empresas, deben ser conscientes de que el objetivo de los delincuentes digitales no es una organización en particular, sino que lanzan ataques generalizados para tratar de vulnerar a quien no esté protegido, sin importar si se trata de una multinacional o de una Pyme.
En tanto las empresas globales ya sean nacionales o transnacionales suelen tener criterios muy claros de cumplimiento que ayudan en esta materia, las organizaciones más pequeñas con frecuencia no tienen estos protocolos, en principio por falta de capacitación sobre los riesgos y por eso es necesario empezar por al menos concientizar al personal.
Sostuvo que para estar al nivel o incluso superar a la delincuencia, es necesario elevar el nivel de concientización sobre los riesgos de ciberseguridad vigentes, empezando desde los directores de las empresas, pero también asumiendo el tema de manera individual del personal, pues entre más conciencia haya en las organizaciones y sus trabajadores, mayor seguridad se puede lograr.
Nazly Borrero explicó que, si bien falta conciencia de los peligros, también se presenta un déficit de personal especializado en ciberseguridad. Por fortuna la Inteligencia Artificial se puede usar también para la protección y de hecho ya existen herramientas muy eficaces para el trabajo forense en materias como blockchain y minería de criptoactivos, así como delitos de pornografía infantil, entre otras.
En ese sentido, la protección para las organizaciones contra la ciberdelincuencia, pasa en principio por la información en todos los niveles, pero también está relacionada con el uso de tecnologías disruptivas para elevar la calidad de la protección contra los delitos cibernéticos que van en aumento y cada vez cuestan más caros a las organizaciones que son víctimas de ellos.
Eso lleva también al tema de la inversión, que las organizaciones deben priorizar si quieren estar “cinco o diez pasos delante de la delincuencia que, como ya sabemos, dedica recursos, tecnología y sofisticada organización a sus constantes intentos de ataque”.
Y mientras se forma el capital humano requerido para llenar el déficit que se registra hoy en día, es importante que todos los miembros de las organizaciones tengan claro el valor de la información que están obligados a proteger.
C$T-GM