A partir de este año, los carteles de “¡Se Busca!” de las policías cibernéticas de todo el planeta, podrían exhibir los rostros de jóvenes de 19 años, expertos en usos sofisticados de la Inteligencia Artificial Generativa, que podr0ían ser responsables del aumento del 244 por ciento de las falsificaciones digitales registradas en 2024 y que las deepfakes ya representen 40 por ciento de los fraudes biométricos.
“El 2025 se perfila como un panorama marcado por un aumento en la sofisticación y la complejidad de las amenazas, impulsadas por la convergencia de tecnologías emergentes; además, se espera que los ataques cibernéticos sean más frecuentes, destructivos y difíciles de predecir”, advirtió Manuel Moreno, director de Seguridad Informática de IQSEC, empresa especializada en ciberseguridad.
Frente a este panorama, el experto anticipó que en los próximos años, podrían adoptarse tecnologías de identificación dinámica, para reemplazar documentos tradicionales de identidad, como es el caso de licencias de conducir y tarjetas de seguridad social en Estados Unidos u otros similares en otras partes del mundo, para evitar que la ciberdelincuencia haga pasar por auténticas, identificaciones falsas.
“Estos sistemas dinámicos podrían incluir códigos de barras 3D en línea, que cambiarían constantemente, dificultando la falsificación y la suplantación de identidad”, anticipó Moreno, al señalar que “con la evolución de la computación cuántica, los ciberdelincuentes tendrían la capacidad de romper los esquemas criptográficos que actualmente protegen la información confidencial en comunicaciones gubernamentales, financieras y comerciales”.
Esta amenaza está asociada con el concepto de «recopilar ahora, descifrar después», donde los atacantes no intentan descifrar la información de inmediato, sino que almacenan grandes volúmenes de datos cifrados, con la esperanza de que las futuras computadoras cuánticas pueden romper el cifrado en el futuro.
Una de las razones que explica por qué la ciberdelincuencia está llena de personas jóvenes, es que los estafadores reclutan en plataformas como juegos en línea, chats y redes sociales, a quienes cuentan con habilidades digitales sobresalientes, pero que “a menudo no perciben las consecuencias legales de sus acciones”.
De hecho, un informe de Kaspersky, el fabricante global de sistemas de protección, revela que en el periodo comprendido entre la segunda mitad de 2023 y la primera de 2024, se registraron 6.6 millones de intentos de ataques, en los que actores maliciosos intentaron atraer a jóvenes jugadores a sus trampas mencionando videojuegos populares.
Este año se podría ver crecer una “tendencia emergente en el mundo del cibercrimen”; es decir, hackers convertidos en víctimas de ataques, pues en la Red Oscura o Dark Web, donde los ciberdelincuentes venden herramientas de ataque, información robada y servicios ilícitos, también está proliferando la presencia de plataformas que ofrecen ransomware como servicio (Raas, por sus siglas en inglés), “lo que está impulsando un círculo vicioso de ataques dentro de la comunidad de cibercriminales”.
De esta forma, el fenómeno conocido como “depredadores convertidos en presa», podría tomar una proporción aún mayor en 2025, en una lucha que parece cambiar de la relación criminales-víctimas a una guerra interna dentro del mismo mundo de la ciberdelincuencia, motivada por intereses políticos, económicos y hasta personales.
C$T-GM