La tecnología avanzada en 3D para validación facial, que no sólo compara puntos, sino también es capaz de hacer proyecciones de edad y evitar los intentos de burlar al sistema con máscaras de látex o videos, ya es usada en México para trámites en línea, una necesidad indispensable tanto en el sector público como en el privado, ante la pandemia y el constante riesgo de usurpación de identidad y fraude.
“La tecnología de la fotografía 3D tiene un índice de certeza más arriba. Normalmente, las tecnologías 3D tienen un fallo en alrededor de 12 millones de transacciones, las tecnologías 2D pueden tenerlo en 10 mil”, explicó Mauricio Torres, director de operaciones de IQSEC, empresa dedicada a la ciberseguridad e identidad digital que creó la solución de Validación Facial con Prueba de Vida ante INE.
Aunque que no existe tecnología infalible, al estar basadas en Inteligencia Artificial (IA), las validaciones con 3D tienen la capacidad de hacer proyecciones de edad, en caso de que se tenga que comparar la imagen de la persona, captada con un celular, contra un registro que tenga varios años de antigüedad, como puede ser una credencial para votar del Instituto Nacional Electoral (INE).
“No estás sacando una fotografía. Se le llama 3D porque está sacando una serie de microvideos, que se toman como base para hacer este tipo de comparación y dar un mayor nivel de certeza”, que permite hacer rotaciones, prueba de vida y buscar el “matching” con mayor precisión, agregó en entrevista para ConsumoTIC.
IQSEC es una empresa mexicana que implementó la infraestructura central tecnológica con la que actualmente el INE brinda el servicio de verificación de información contra la credencial para votar, a través de biométricos como huella dactilar y rostro, que no implica la vulneración de la base de datos ni la información personal de la ciudadanía, pues el instituto sólo hace confirmaciones respecto a en qué porcentaje hacen “match”.
Mauricio Torres detalló que en un trámite en línea, la entidad primero tiene que garantizar que se trata de una persona viva, que no se está haciendo ningún tipo de ataque, utilizando una fotografía o un video, y la protección de los datos se logra con métodos de criptografía, además de elementos adicionales como sellos de tiempo, firma electrónica, entre otros.
La validación biométrica facial, usada en aeropuertos de Estados Unidos, cuenta con una tasa de precisión por arriba del 98 por ciento, y puede identificar a las personas aún con un cubrebocas puesto, ya que se enfoca especialmente en la parte de la nariz a la frente.
“Toma tu rostro o tu huella y lo que hace es tomar puntos específicos de la imagen para crear un template. Este template es lo que se compara; no es que vaya a pixel por pixel para la parte de verificación, sino que hay algoritmos internacionales y reconocidos para dar mayor certeza para generar esos templates (patrón biométrico)”.
Es así que esta solución cumple con el estándar internacional ISO/IEC 30107-3:2017 Information Technology — Biometric Presentation Attack Detection, y con la norma mexicana NOM-151-SCFI-2016, relativa a los requisitos que deben observarse para la conservación de mensajes de datos y digitalización de documentos.
El experto consideró que en algún momento la identificación facial sustituirá a la de la huella dactilar, porque es más difícil capturar la imagen de una huella con una cámara de un celular, y para un trámite presencial se requiere un dispositivo especializado; además, hay mayor probabilidad de que una huella se dañe y dé un resultado erróneo, y no es proyectable como sí lo es el rostro.
En el Poder Judicial, la solución tecnológica que se ha utilizado es la Firma Electrónica Certificada (FIREL), con la que del 15 de julio al 31 de diciembre del 2020 se emitieron casi 25 mil documentos, cuando se tenía proyectado emitir en todo ese año alrededor de 8 mil 500.
Además, las soluciones de firma electrónica avanzada, onboarding digital con validación de datos biométricos, validación de identidad con facial y/o huella dactilar, prueba de vida (facial y dactilar) también han sido utilizadas para la emisión de las cédulas profesionales de la Secretaría de Educación Pública y CETES Directo.
“Le llamaría a esto una democratización de los servicios. El hecho de que va a ser más fácil que las personas y las pequeñas empresas puedan validar su identidad o la identidad de sus clientes para beneficios del negocio, es más fácil. Creo que esto nos va ayudar a que vaya disminuyendo esa curva de adopción de este tipo de tecnología por la facilidad de uso”, aseveró Luis Velardi, director comercial de IQSEC.
En entrevista por separado, Velardi reconoció que el mercado en México en cuanto a la validación facial está un poco rezagado, pero por ello la firma espera un crecimiento exponencial, y seguirá apostando a esto, porque es parte de la siguiente generación de validación de identidad. “Es más confiable que la validación por voz, y más fácil que validar a una persona a través de las huellas digitales”.
“A nivel mundial hay estudios que dicen que va a estar creciendo más de 17 por ciento el mercado de la validación de identidad facial, año contra año, va a haber un crecimiento sostenido al menos hacia el 2025”.
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