En la más reciente edición de El Buen Fin se registró un incremento de las ventas de todos los sectores, sin embargo, también se observó un crecimiento de hasta 47 por ciento en la cantidad de intentos de fraude a través del comercio electrónico, así como un aumento del 31 por ciento en el valor de cada una de esas operaciones ilícitas, con picos especialmente significativos en supermercados y productos para el hogar; bienes de lujo, moda y belleza.
De acuerdo con una evaluación realizada por Signifyd, firma especializada en protección para el comercio electrónico, durante la edición de El Buen Fin 2024, los sectores más afectados por el número de intentos de fraude en el comercio digital fueron los supermercados y bienes para el hogar, con un aumento del 129 por ciento; bienes de lujo con 30 por ciento; moda, 21 por ciento y belleza, que acaparó el 10 por ciento.
Aunque la mayoría de estos intentos de fraude no llegaron a consumarse, es evidente que el incremento en las ventas llevó aparejado el aumento en los intentos de la delincuencia por beneficiarse de la mayor exposición de los auténticos clientes.
Al respecto, Christian León, vicepresidente de Signifyd para América Latina, señaló que es evidente el incremento en el valor de los ataques en sectores específicos, entre otras razones porque “los defraudadores adaptan sus tácticas según las categorías en las que operan”.
Asimismo, es evidente que “los estafadores están mirando a las mismas categorías que despiertan el interés de los legítimos consumidores”: mientras mayores aumentos registran las ventas en una categoría específica, el nivel de intentos de fraude se incrementa en proporciones más o menos similares.
En ese sentido, los comercios minoristas enfrentan el reto de abrir sus canales de venta para recibir y procesar correctamente mayor número de pedidos de auténticos consumidores en tiempos de mayores ventas (por ejemplo el Buen Fin o la temporada navideña), pero al mismo tiempo, tener la agilidad para detectar y bloquear los intentos de fraude con mayor velocidad y grado de certeza.
Con la adaptación de la delincuencia a las distintas categorías en que operan, se observan operaciones diferenciadas para cada uno de los segmentos, siguiendo la lógica de captar a los clientes que buscan mercancías o servicios determinados, a quienes se les habla de manera distinta según sus gustos.
Ante este escenario, la mejor manera de prevenir el fraude es reforzar las estrategias de prevención, con base en el uso de tecnologías de última generación que consiga detener los ataques de manera inmediata y conseguir frenarlos antes de que se consiga el daño que busca la delincuencia, sin que eso signifique sacrificar la experiencia de los legítimos clientes.
De acuerdo con Signifyd, algunas herramientas de Inteligencia Artificial han probado su eficiencia para proteger a los comercios de las eventuales pérdidas que pueden ocasionar los distintos tipos de fraude digital que se intentan en el contexto del e-commerce, ya sea para evitar cargos fraudulentos, como para evitar errores en los análisis, resultado de pedidos legítimos que son rechazados por sistemas ineficientes.
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