Empresas digitales con mayor inversión defensiva.
Aunque el comercio digital supone muchas ventajas tanto para los usuarios como para los fabricantes y distribuidores, la utopía electrónica aún se encuentra lejana ya que las pérdidas por fraude durante 2017 crecieron 13 por ciento con respecto al año anterior, reflejándose en pérdidas promedio de 1 millón de dólares por comerciante.
El más reciente estudio realizado por la proveedora de soluciones integradas contra fraude y pagos, Vesta Corporation, reportó que de la misma manera en que el éxito para las tiendas depende de la capacidad de gasto de los compradores, el aumento de uso de medios digitales para adquirir productos ha fomentado las prácticas delictivas en el comercio electrónico.
De acuerdo con la empresa, el incremento en la incidencia de las actividades delictivas en línea ha forzado a los vendedores a tomar medidas preventivas como la adopción de nuevas tecnologías y la contratación de personal especializado, lo cual les generó gastos de 8.0 por ciento de las ganancias para los ofertantes de productos físicos, mientras que representa 9.7 por ciento para los bienes puramente digitales.
No es sorpresivo entonces que los costos de manejo de fraude para el comerciante promedio haya saltado 17 por ciento en 2017, mientras que para los minoristas de productos digitales el incremento haya representado un impresionante 42 por ciento”, explicó la firma.
La publicación precisó que el único sector que no tuvo un mayor consumo de ganancias por fraude en comparación al año anterior fue el de los vendedores híbridos, que disminuyeron de 8.1 por ciento a 7.1 en 2017.
La compañía indicó que espera que el crecimiento a partir de este año hasta 2020 del comercio electrónico continúe sumando a doble dígito, alcanzando los 643 mil millones de dólares para principios de la siguiente década.
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