Parte I.
El auge de la Inteligencia Artificial (IA), el big data y blockchain es un cimiento sobre el cual el gobierno mexicano busca llevar a un nuevo nivel la transformación digital que está en marcha en el país: el análisis predictivo; un modelo que permitirá la proveeduría de servicios personalizados y nula burocracia.

De acuerdo con Yolanda Martínez Mancilla, coordinadora de la Estrategia Digital Nacional (EDN), México ha colocado las piezas regulatorias, de política pública y servicios prospectivos necesarios para alcanzar ese «escenario ideal» que promete la Cuarta Revolución Tecnológica; sin embargo, esto es sólo una primera fase en la que la inclusión y el desarrollo de habilidades digitales en la población son desafíos permanentes.
«Nuestra obligación en la política pública de transformación digital es que toda presencia del Estado sea en línea, y no sólo eso, sino que sea predictiva aplicando tecnologías emergentes como el análisis de grandes cantidades de datos, la inteligencia financiera, el blockchain, la inteligencia artificial y el uso de algoritmos».
En entrevista con Con$umotic, la funcionaria dijo que el análisis predictivo es una poderosa herramienta para los gobiernos, pues al centralizar información de los ciudadanos relacionada con diversos ámbitos como el educativo y salud, es posible otorgar servicios con altos estándares de calidad, oportunos y eficientes.
«Si se tiene el historial académico de un ciudadano el gobierno no tiene que esperar a que le pidan una beca; si la persona es una mujer que se tituló y tiene un buen aprovechamiento en sistemas de información, es posible predecir su interés por una oportunidad de este tipo. Se trata de aprovechar la capacidad del Estado al tener todos los servicios en línea y hacerlos predictivos».
El uso de algoritmos en la provisión de servicios de gobierno, añadió, es un elemento clave en la tarea de transformar a México en materia digital, pues si bien es un término que puede sonar complejo, se trata de tecnología ya presente en la vida diaria de millones de mexicanos.
Los algoritmos son un conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permiten hacer un cálculo y hallar la solución a un problema; en pocas palabras, es lo que en un contexto cada vez más digital nos hace la vida más fácil porque toma decisiones por nosotros, ejemplo de ello es la precisión de búsqueda en Google o las recomendaciones que se ofertan a través de un smartphone.
«En la pre-inscripción escolar que ya se hace en línea, lo más interesante es que ni siquiera se tendría que hacer un trámite para eso, sino que mediante un algoritmo, el Estado pudiera informar a una familia que sus hijos, de tal grado, les queda cerca tal escuela y que ya tienen su pre-registro. Esto es muy importante porque recordemos que la educación es un derecho».
En materia de salud, la política pública de transformación digital involucró a uno de los entes más grandes y complejos del Estado: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que en 2012 presentaba un rezago importante pues no era capaz de realizar ni una sola transacción en línea.
En la actualidad, 80 por ciento de los servicios del IMSS se pueden hacer en línea; esto en primera instancia permite eficientar el manejo del espacio físico, al evitar que las personas tengan que acudir a las clínicas a realizar trámites y con ello destinar las instalaciones a su verdadero objetivo que es la atención médica.
«Fue un cambio muy importante en la normatividad que permitió utilizar la firma electrónica, eso a veces no se ve, pero lo que habilita los servicios es justamente que se puedan usar en un entorno digital con plena certeza jurídica y que todas las actuaciones son seguras, que se cuidan los datos personales y que se tendrán una alta disponibilidad».
En opinión de Martínez Mancilla, bajo un escenario digital idóneo, los ciudadanos no solamente deben tener a su alcance servicios de gobierno, sino que éstos tengan un alto nivel de interoperabilidad, es decir que los diversos entes gubernamentales puedan «hablarse» entre sí para generar beneficios relacionados con la salud, la educación y el empleo.
«En la medida que se ha incrementado el número de usuarios de Internet en México, el canal que las personas eligen para acceder siempre a los servicios, es el digital, y es así porque tienen la gran ventaja de no tener que trasladarse para obtener documentos como el acta de nacimiento o la cédula profesional»
En este ecosistema digital, la firma electrónica ha sido pieza clave, pues eficienta de manera importante el tiempo y la calidad de al menos 470 servicios y trámites de gobierno entre los que se encuentran los tributarios, apertura de empresas y cédula profesional, entre otros.
«No podríamos tener una inteligencia financiera, sin analítica de grandes datos como los que maneja el Servicio de Administración Tributaria (SAT), no hay posibilidad de personalizar servicios sin el uso de algoritmos, en realidad la Inteligencia Artificial es algo que ya estamos usando todos los días».
El Blockchain o “Cadena de Bloques”, tecnología que permite ofrecer operaciones financieras más ágiles, transparentes, abiertas y con mayores beneficios para los usuarios, es otra herramienta de la Cuarta Revolución que se alinea con los objetivos marcados en materia de digitalización.
«Lo importante es que tengamos una política pública de cómo vamos a apropiar estas tecnologías, pues ponerlas en aplicación no es únicamente responsabilidad del gobierno, se debe tener una estrategia de cómo abordar su uso, nosotros decidimos hacerlo de manera abierta y colaborativa».
En materia de IA, México participa en análisis fondeados por gobiernos como el Reino Unido, con el objetivo de estudiar la necesidad de contar con una Subcomisión de Inteligencia Artificial a partir de la cual se inicie un debate sobre en qué casos una decisión de política pública, puede ser tomada por un algoritmo, así como construir capacidades al interior del gobierno para que, así como dependencias avanzadas ya usan esta tecnología como el SAT, lo hagan el resto de las dependencias.
En ese sentido, la responsable de la EDN, subrayó que si bien la digitalización del país avanza a paso firme, se vislumbran cambios sociales, económicos y culturales aún más radicales que hacen necesario un enfoque prospectivo que vaya más allá de tener un gobierno electrónico.
«Lo importante es que por primera vez, un Plan Nacional de Desarrollo incorporó como eje transversal la operación de una Estrategia Digital Nacional como política pública de Estado para asegurar una adecuada organización entre todo el gobierno federal, diversos actores y el ecosistema para que la tecnología y el internet tengan un impacto positivo en las personas».
C$T-GM