4K marcó un camino positivo: Deloitte.
Aunque a primera vista la adopción de televisores 8K parece enfrentarse a obstáculos relacionados con el contenido producido en este formato, precios iniciales que alcanzan los mil 500 dólares y la dificultad de los consumidores para distinguir la diferencia con 4K, Deloitte anticipa que se trata de desafíos superables, por lo que estima para este año ventas globales por 3.3 millones de dólares.
“Debido a que 8K representa menos del 0.1 por ciento de todo el contenido de video producido en 2021, podría pensarse que los espectadores tendrían problemas para encontrar contenido en esta resolución, pero de acuerdo con nuestras estimaciones, ya existe suficiente contenido en 8K para que quien tenga un televisor de esta resolución dedique una hora de cada día durante 2021 viendo material en 8K, sin ver una sola repetición”.
En el reporte Predicciones para Tecnología, Medios y Telecomunicaciones en 2021, Deloitte subraya que la falta de contenido nativo 8K no es, en sí misma, una limitación importante para la compra de televisores 8K, pues en 2012, se esperaba que la escasez de contenido 4K nativo, al momento del lanzamiento de este estándar, desalentara la compra de televisores en ese formato.
La relativa escasez de contenido no quitó el interés de muchos consumidores, pues la mayoría de los televisores que se vendieron a partir del cuarto trimestre de 2018 han sido 4K, a pesar de que solo un pequeño porcentaje del contenido transmitido, el de satélite, video bajo demanda y disco, está disponible en 4K nativo o remasterizado.
“Si la historia se repite, esperaríamos que un gran porcentaje de consumidores comprará un panel 8K si tuviera un precio cercano al de un televisor 4K del mismo tamaño, y esos consumidores estarían satisfechos con su compra incluso si vieran contenido 8K sólo ocasionalmente”.
Desde la perspectiva de la consultora, es importante considerar que los consumidores que adquieran un televisor 8K en 2021 pueden estar comprándolo para el largo plazo, esperando conservarlo por un periodo de cinco a siete años (la vida útil esperada de un televisor antes de ser reemplazado) o más, lo que da un margen suficiente para que haya más contenido 8K disponible.
La firma destaca que las aplicaciones que 8K puede tener van mucho más allá del entretenimiento. Por ejemplo, un uso potencial de 8K podría ser el trabajo remoto. Un panel 8K podría emplearse para mostrar múltiples páginas de contenido en las que una persona o equipo está trabajando de manera más nítida de lo que sería posible con resoluciones menores.
Estas páginas, tal vez una combinación de diagramas, videollamadas, gráficos y hojas de datos, podrían ser visibles para un equipo remoto que se encuentra distribuido en lugares diferentes. Esto sería un avance de trabajar desde una sola pantalla o tener un conjunto de monitores.
“En las oficinas ya se utilizan grandes paneles para videollamadas y trabajo colaborativo, pero para las personas que esperan trabajar principalmente desde casa durante 2021, los paneles grandes equipados con 8K podrían mejorar la productividad gracias a su resolución superior”.
Deloitte reconoce que una barrera importante para que los consumidores adopten las pantallas 8K es el costo, por ahora, pero en un futuro cercano, es probable que disminuya sustancialmente, sobre todo cuando se calcula el costo por hora de visualización.
“Combinado con el atractivo de las pantallas de televisión como símbolo de estatus, esto puede ser suficiente para llevar a muchos consumidores a considerar un televisor 8K con una buena relación calidad-precio”.
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