El 2025 será el año de la aceleración de las empresas, bajo el impulso de la Inteligencia Artificial (IA), que dejará de ser una tecnología aislada, capaz de ofrecer retornos de inversión a las empresas de América Latina del orden de 2.5 dólares por cada dólar invertido y donde los gobiernos también tendrán una gran oportunidad para lograr ahorros importantes, por lo que las regulaciones deben centrarse en la intención del uso, más que en la tecnología en sí misma.
Con el desarrollo creciente de “agentes digitales” impulsados por IA, se llevará el uso de esta tecnología a un nuevo nivel, “porque en 2025 la palabra será IA Agéntica”, es decir, se desarrollarán agentes de asistencia personal impulsados por esta tecnología de alta sofisticación, capaces de interactuar entre ellos, formar equipos y continuar su aprendizaje sin intervención humana, anticipó John Roese, director Global de Tecnología y de IA en Dell Technologies.
En conferencia de prensa virtual “Predicciones 2025, el Big Bang de la Tecnología: IA, la chispa que enciende la nueva era”, el directivo anticipó que el próximo año se verá un “escalamiento de la Inteligencia Artificial en el uso empresarial, además que será poco común ver algún gobierno que no tenga una estrategia de IA soberana”.
Sobre el primer tema, explicó que al entrar en el tercer año de la popularización de la IA generativa, ya se han desarrollado los sistemas que integran a los asistentes virtuales en el quehacer empresarial y por ello la “agéntica”, es decir, la potencialización de los agentes virtuales capaces de comunicarse entre sí, e integrarse al servicio de una persona, área o empresa, las compañías llegarán a un siguiente nivel y eso explica el enorme retorno de inversión.
Respecto a la estrategia soberana que los gobiernos puedan adoptar sobre la Inteligencia Artificial, detalló que hay tres modelos: una donde el gobierno trabaje para el gobierno, con sus propios centros de datos para gestionar modelos de información y funcionalidad; otro donde el gobierno impulse a la base industrial y donde se “suba a estas inversiones”, no sólo para el beneficio propio del gobierno, sino como catalizador en industrias muy importantes en América Latina como la Energía y la Logística.
El tercer enfoque será aquel en que los gobiernos trabajen con la industria y sea ésta la que construya la infraestructura y donde las empresas generen los avances que el gobierno adopte para la mejor funcionalidad.
En términos de regulación, aseguró que aún es tiempo de regular la Inteligencia Artificial, “aprendiendo de los errores de otros y manteniendo el mecanismo de los Sandbox Regulatorios” y donde el centro del criterio sea regular la intención del uso de la tecnología y no la tecnología misma.
Respecto al panorama de la región, Luis Gonçalves, presidente de Dell para América Latina, anticipó “un impacto enorme de la Inteligencia Artificial, que cambiará los negocios por los miles y miles de dólares de retorno de inversión que implica esta tecnología” la cual ya no se puede entender como aislada de las demás, sino como un conjunto de herramientas de transformación digital.
Con un retorno de inversión de 2.5 dólares por cada dólar invertido, la IA es exactamente “la chispa que enciende la nueva era” y donde 65 por ciento de las empresas de América Latina ya la están adoptando, aunque todavía un 49 por ciento carece de una estrategia específica o no la tiene del todo identificada.
Reconoció que no es fácil superar la etapa de la preparación de datos para alimentar la IA con información, pues hay que cuidar confiabilidad, privacidad, cumplimiento de políticas y otros aspectos, como lo demuestra el hecho de que el 94 por ciento de las organizaciones anticipan desafíos en esta materia y 46 por ciento de las organizaciones reconocen desafíos en la alfabetización digital de su personal, para elevar los resultados en el uso de la tecnología.
Y mientras en el sector empresarial el retorno de inversión evidencia claramente la conveniencia (e incluso urgencia) de adoptar la tecnología, también “el sector público de América Latina tiene el potencial de ser líder en la adopción de la IA que actualmente se encuentra en etapa temprana”, pero que promete balancear el eterno conflicto entre ingresos y gastos, con eficiencias que pueden llegar hasta el 50 por ciento en atención a ciudadanos, con el uso de tecnología.
Esta tecnología puede servir para eficientar operaciones en salud, educación, transporte, energía, gestión del tráfico vehicular, prevención de incendios forestales, seguridad pública, atención ciudadana en todos los aspectos imaginables y un largo etcétera que en breve se convertirá en un elemento fundamental para la administración pública en los tres niveles de gobierno.
En síntesis, en 2025 veremos cómo la IA cambiará el sector privado, donde muchos trabajos se transformarán y algunos desaparecerán, aunque otros muchos surgirán (habrá que hacer mucha alfabetización digital); el sector privado llegará a nuevos niveles y el Estado se beneficiará de los avances, aunque será importante lograr una gobernanza y reglamentación eficientes.
C$T-EVP