Los sistemas educativos en América Latina y el Caribe enfrentan una de las peores crisis de su historia, pues de acuerdo con el estudio sectorial más reciente del Banco Interamericano de Desarrollo se ha documentado un descenso en el nivel de aprendizaje del 70 por ciento con relación a un año escolar normal, además de bajos niveles de madurez digital en las instituciones y una amplia resistencia al cambio.
Durante la presentación de un estudio en línea, Mercedes Mateo, jefa de División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advirtió que la región está ante uno de los periodos más críticos de la historia de la educación, al presentar más del 50 por ciento de las y los jóvenes de 15 años que no entienden lo que leen y que 60 por ciento carecen de los conocimientos básicos de matemáticas.
“Nuestra región se encuentra atravesando por un periodo crítico en su historia, por los impactos de la pandemia que estamos viviendo y la profundización de la inequidad; en este contexto es clave para entender sus consecuencias a corto y largo plazo de la crisis sanitaria… Hemos documentado pérdidas de aprendizaje del 70 por ciento con relación a un año escolar normal”.
Mateo recalcó la necesidad de una recuperación económica inclusiva, economías y sociedades más resilientes, para lo cual también se requiere blindar al capital humano, hacer que este sea más resiliente, “a prueba de robots”.
“Tenemos que transformar nuestro sistemas educativos y en ese contexto la digitalización es una gran oportunidad, la transformación digital de la educación tiene el potencial de hacer que el aprendizaje sea más efectivo y llegue a todos los niños, disminuyendo las desigualdades en el aprendizaje que se observan en todos los países de la región”, concluyó.
El estudio muestra que ante esta crisis de aprendizaje y la creciente demanda recursos humanos bien preparados se ha impulsado el crecimiento de las EdTech en América Latina y el Caribe, donde se encuentran operando ya, un total de mil 578 empresas, con una inversión de capital de riesgo que se triplicó en tan solo un año; aunque persisten grandes desafíos.
“La inversión de capital de riesgo se ha más que triplicado entre 2020 y 2021. Varias empresas ahora están escalando rápidamente y atrayendo niveles de inversión nunca antes vistos en la región. Los inversionistas, nuevos y existentes, ven la oportunidad de la EdTech y están dedicando más fondos para el crecimiento”, destaca el más reciente estudio sectorial del BID.
El informe “Tecnología educativa en América Latina y el Caribe, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), BID Lab y HolonIQ, da cuenta de la capacidad para escalar e internacionalizar empresas EdTech, así como las oportunidades para potenciar y participar en el crecimiento social y económico que genere esta industria.
“El ecosistema ha crecido a más de mil 500 empresas de tecnología educativa (EdTech), creando más de 4 mil 500 empleos y atrayendo mil millones de dólares en inversiones durante los últimos 10 años en 500 rondas de financiamiento… En 2021 se invirtieron casi 500 millones de dólares de EdTech venture capital (vc), lo que representa más de seis veces el promedio de los cinco años anteriores”.
El documento presentado indica que 70 por ciento de todas las EdTech en la región se encuentran operando en Brasil y México. Sin embargo, Perú y Argentina han obtenido una cantidad importante de fondos de capital de riesgo en los últimos 10 años.
Carolina Lustosa, jefa de la División de Género y Diversidad, consideró una buena noticia el aumento a la inversión y mayor dinamismo del ecosistema, pero no es suficiente, por su potencial para tener más impacto en el aprendizaje en los más de 180 millones de estudiantes latinoamericanos.
Entre los mayores desafíos y oportunidades para acelerar el ecosistema, expuso, está la resistencia al cambio del sistema educativo junto con la dificultad de encontrar inversión; y en cuanto a qué se necesita para acelerar el impacto, hace falta contar con iniciativas para incentivar el uso de EdTech en escuelas y universidades, además del acceso al capital.
En tanto, para mejorar y acelerar la tecnología educativa en la región, se identificaron cinco temáticas clave: la primera, contar con un enfoque centrado en el alumno, es decir, diseñar experiencias de aprendizajes y programas educativos de entorno a la necesidad de los estudiantes.
La necesidad de promover sistemas de colaboración entre los distintos actores del ecosistema; contar con datos de medición de impacto de estas soluciones; el acceso a capital y promover alianzas público-privadas; y la construcción de capacidad, tanto de personas como en términos de infraestructura tecnológica.
“Si queremos cerrar las brechas de aprendizaje necesitamos más innovación, más inversión y sin duda más colaboración, por eso, es fundamental que entre todos los actores, desde gobiernos, ONGs, empresas tecnológicas, corporativos, maestros, padres, EdTech, inversores, multilaterales, trabajen juntos para generar más y mejores resultados en los aprendizajes”.
C$T-EVP