Las mujeres que laboran en las áreas STEM, tanto del sector privado como público, se enfrentan a retos mayores que sus congéneres para alcanzar su desarrollo profesional, al estar en sectores dominados por hombres, con exclusión, poco o nulo reconocimiento y dudas sobre su capacidad.
El estudio cualitativo “Percepción del entorno laboral entre las Mujeres con profesión en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés)”, destacó que las barreras más relevantes que enfrentan las mexicanas son problemas globales que no solo atañen estructuras de las empresas, sino también aspectos socioculturales.
Se habla de un “techo de cristal” y de un “piso pegajoso”, dos fenómenos que limitan su crecimiento laboral. El primero impide a la mujer su ascensión piramidal hacia puestos de alta jerarquía, así como su realización personal en la esfera del reconocimiento público; el segundo se refiere los dilemas psicoemocionales de las profesionales para conciliar su vida laboral, profesional y familiar ante diversas presiones.
El estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) destacó las diferentes barreras a las que se enfrentan las mujeres STEM que se presentan desde el ámbito familiar, afectando posteriormente su vida escolar, el entorno sociocultural y finalmente el entorno laboral.
Las consultadas para este estudio, que se llevó a cabo con mujeres residentes de la Ciudad de México, al inicio de la vida laboral, comenzaron a darse cuenta que el camino era más difícil de lo que esperaban, pues no eran incluidas en el ambiente de hombres, por lo que debieron buscar apoyo antes que claudicar y llegar a buscar otra opción laboral.
No obstante, en el análisis del instituto se detectaron algunos temas que parecen parte de la costumbre por lo que no todas las participantes identificaron, como falta de igualdad salarial, no hablar de un plan de crecimiento laboral, falta de acceso al networking o red de contactos profesional; inhibir la belleza femenina por practicidad y para evitar acoso y hostigamiento, además de su condición de mamá, pareja o amiga.
El cruce de valores éticos y morales implica tener un puesto superior, ya que algunas mencionaron que deben ofrecer comidas a clientes para conseguir ventas, contratos o mejores precios; consideran que los hombres no están dispuestos a dejar los puestos a mujeres.
Y mientras las participantes con menos de cinco años trabajando anhelan realizarse en varios ámbitos personales y perciben que van rompiendo barreras para lograrlo, quienes tienen más años en el mercado laboral aspiran a encontrar un balance en todas las áreas de la vida.
Para las Mujeres STEM es importante difundir la existencia de estas carreras, crear una sinergia con diferentes actores, gobierno, sector privado, universidades, líderes de opinión, y sociedad civil que permita humanizarlas y no verlas como carreras “frías”.
También consideran oportuno impulsar acciones que permitan una mayor igualdad de género en el ámbito laboral, a través de campañas que involucren a empresas para generar responsabilidad, que apoyen el reclutamiento desde las universidades.
Una campaña social que hable sobre las carreras del futuro y la importancia de la colaboración de la mujer en este ámbito, dar a conocer a mujeres que sean modelos a seguir (Role Models), elaborando testimoniales de sus logros y de cómo rompieron las barreras para tener motivar a las nuevas generaciones.
Una acción que propusieron fue continuar con acciones, tanto en el sector público como privado, como líneas anónimas o seguras para denunciar los casos de discriminación, acoso u hostigamiento.
“La vida laboral de las Mujeres STEM no puede entenderse aislada de todas las esferas de su vida; en ese sentido, las participantes mencionaron que los cambios que se requieren para que exista igualdad laboral solo serán suficientes si se consideran todas las esferas de su ecosistema”.
C$T-GM