Más allá de sólo entretenimiento, diversión o relajación, el gaming es una actividad que tiene una gran impacto en la cultura popular y, además, es un gigante multimillonario que fomenta la competencia a través de grandes torneos de talla internacional.
“Hoy ya no podemos decir que el deporte sólo se juega en una cancha o una arena. El mercado de los e-sports, está experimentando un rápido crecimiento, sobre todo desde los últimos dos años, donde el encierro llevó a la gente a hacer más cosas dentro de casa y a interactuar de manera remota”, refiere Bruno Belardo, líder en LATAM de Jellysmack.
Al momento de buscar referentes de este negocio a nivel mundial, es inevitable pensar en países como Japón, Corea del Sur o Estados Unidos; sin embargo, el crecimiento global de los e-sports ha sido uniforme.
“Desde hace un par de años, y a pesar de estar en una fase de impulso y desarrollo en el mercado mexicano, el universo de los videojuegos de competencia es para tener en cuenta”.
En 2020, los esports en México se valoraron en 988 millones de dólares y, según Statista, se pronosticó que aumentará en una tasa anual compuesta de 8.0 por ciento hasta 2024, año en el que se prevé que supere los mil 340 millones de dólares.
Datos de Gamers Unite muestran que antes de la pandemia, 62 millones de personas en México se consideraban gamers; hoy ya son 74 millones de videojugadores y de ese total, alrededor de 40 por ciento prefiere los esports.
Como toda industria consolidada, la procedencia de los ingresos en las competencias de videojuegos se encuentra mayoritariamente en el patrocinio y la publicidad, aunque no son la única fuente de estos.
“La monetización por vistas de revisiones, análisis o Speedruns en cuestión digital, así como los derechos de difusión, la venta de entradas o el merchandising en eventos de e-sports, desempeñan un papel cada vez más importante dentro de este mercado. La pandemia benefició a la industria mexicana”.
El Estudio de Gaming y Marketing de influencers 2022 de SocialPubli destaca que lo que más abundan son los nano y micro influencers, es decir, las personas que tienen menos de 10 mil seguidores, pero cuentan con un alto poder de prescripción y elevados niveles de engagement.
Esto ha resultado en que, 82.1 por ciento de los encuestados haya visto un aumento del número de marcas anunciándose en plataformas de gaming durante el último año, así como el florecimiento de canales de streaming que se han vuelto los favoritos de los jugadores.
Por ejemplo, Twitch, es la preferida con 56.7 por ciento de aceptación entre los encuestados, seguida sigue YouTube (32 por ciento) y Facebook Gaming (11.3 por ciento). Incluso, es interesante destacar que, tanto en Twitch como en YouTube, el 53.1 por ciento de los influencers tiene entre uno y 250 seguidores.
Desde el nacimiento de los deportes electrónicos, Twitch ha sido la plataforma estrella para transmitir este tipo de competiciones. De hecho, solo en el mes de febrero de 2021 y teniendo en cuenta únicamente los videojuegos más vistos en esta plataforma, los aficionados de los esports pasaron más de 87 millones de horas viendo contenido relacionado con competiciones oficiales.
La industria de los videojuegos y la competencia electrónica está tomando por sorpresa al ecosistema económico, llegando no sólo impulsando a los competidores, sino a los creadores que se especializan en estos contenidos.
“Con esto en mente, empresas como Jellysmack, apoyan a creadores a aumentar audiencias y ganancias de forma orgánica, convirtiéndolos en multiplataforma colocando sus videos en plataformas donde no tenían tanto impacto”.
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