Programas ejecutados sin impacto social.
Si bien en México existen esfuerzos previos para llevar tecnología y conectividad al sistema educativo, a fin de proporcionar habilidades digitales a los estudiantes, es en el contexto de la emergencia por el Covid-19 cuando obligadamente se explora con mayor amplitud la primera política integral de educación a distancia.
Marissa Manzanilla López, analista senior The Competitive Intelligence Unit, The CIU, y Paulina Castañeda Hernández, analista The Social Intelligence Unit (SIU), revisan las políticas e iniciativas educativas centradas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) diseñadas e implementadas en México desde 1997 hasta la actualidad, a fin de proponer pautas para introducir herramientas digitales como una herramienta de enseñanza y aprendizaje.
Tras explorar la evolución y los cambios de la política educativa basada en la tecnología, las especialistas advirtieron que la mayoría de las primeras iniciativas “se centraron tanto en la provisión de dispositivos para los estudiantes como en la generación de contenido digital”.
“Las políticas de uso de la tecnología en los procesos educativos en México no han sido capaces de alcanzar el impacto social esperado en cuanto al número de beneficiarios o de habilidades del Siglo XXI desarrolladas”.
De ahí que consideren que en México enfrenta un reto claro en la implementación de una política de educación a largo plazo basada en las TIC, con conectividad universal, que aumente el acervo de capital humano calificado, y que promueva la productividad y el desarrollo social en un contexto de estancamiento económico global.
En el capítulo “Revisión de Políticas Basadas en Tecnología en el Sistema Educativo Mexicano”, clasificaron en cinco categorías el historial de programas de acuerdo con su enfoque, operados principalmente por la Secretaría de Educación Pública (SEP): aulas equipadas, dispositivo por estudiante, un modelo integral, provisión de conectividad, y vacuna educativa.
“Aulas equipadas”, de 1997 a 2012, inicia con el programa Red Escolar, destinado a la instalación de aulas tecnológicas equipadas con computadoras, acceso fijo a internet y contenido educativo, dirigido a estudiantes de programas escolares básicos y consideraba la capacitación de maestros.
Para 2004 se adoptó un nuevo enfoque. A través del programa Enciclomedia, la SEP adaptó el contenido de los libros de texto gratuitos a un entorno digital. Además, los estudiantes de quinto y sexto de primaria y los profesores fueron beneficiarios de aulas equipadas con Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y centros de maestros.
Las políticas educativas centradas en el equipamiento continuaron en 2009 con Habilidades Digitales para Todos, programa que continuó con el concepto de aulas equipadas con TIC en primaria y secundaria, capacitación y certificación de docentes, y se proporcionaron computadoras portátiles a estudiantes de secundaria, “un antecedente importante para la transición a una política de dispositivo por estudiante».
La categoría “Dispositivo por estudiante”, en el periodo de 2013 a 2015, comenzó con el programa Mi COMPU.MX, mediante el cual entregaron 240 mil tabletas a los alumnos de quinto y sexto de primaria. Los dispositivos tenían contenido educativo precargado y software especial; sin embargo, carecía de una estrategia de capacitación a docentes y de apoyo técnico.
A la vez se lanzó el Programa Piloto de Inclusión y Alfabetización Digital (PPIAD), de la Coordinación Nacional de Estrategia Digital, que derivó en la creación de una nueva área dentro de la SEP dedicada a la introducción de una política educativa basada en la tecnología: Coordinación @prende.
La iniciativa @prende.mx implementó la entrega de más tabletas a los estudiantes de primaria, la mayoría de quinto grado pero sólo de 15 estados de la República. Durante el año escolar 2015-2016 más de un millón de dispositivos electrónicos fueron entregados y 63 mil maestros entrenados.
Para la categoría “Hacia un modelo integral”, que comprende de 2016-2018, continuó la estrategia @prende 2.0, para aprovechar los dispositivos móviles entregados en programas anteriores, por lo que se enfocaron en distribuir contenido digital en plataformas, así como en capacitar a profesores.
Pero además, el programa reconoció los servicios de conectividad para las escuelas públicas como uno de los habilitadores para lograr el uso óptimo de los dispositivos, y en un esfuerzo conjunto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los servicios de conectividad fueron prestados a través del programa México Conectado.
Si bien se propusieron tres modelos de conectividad, como resultado de una prueba piloto, la ejecución fue limitada debido a carencias presupuestarias.
De 2019 a la fecha, las investigadoras señalaron los esfuerzos en proveer conectividad a través del programa Internet para Todos, como continuación de México Conectado. Durante la primera mitad del año, indicaron, se llevó a cabo un proceso de licitación para proveer el servicio en mil 275 lugares públicos incluyendo centros educativos.
Al final de la primera mitad de 2019, la SCT reformó el modelo de los 32 centros de inclusión digital, el cual busca promover la adopción de TIC entre personas de diferentes edades, y certificó a los responsables de enseñar en los centros de inclusión digital. Mientras que, la coordinación del programa @prende se ha encargado de capacitar a los maestros a través de talleres sobre ciberseguridad y el uso de la plataforma México X.
En la categoría denominada “Vacuna educacional”, reconocieron que la SEP ha sido asertiva en la implementación del programa «Aprende en Casa», una estrategia de teleeducación para dar continuidad a los planes de educación pública básica ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, y que proporciona acceso a los contenidos educativos a través de una plataforma digital.
Como resultado de Aprende en casa, 11 millones de estudiantes fueron registrados al programa. Todos los libros de texto gratuitos están disponibles en formato digital y reciben 420 mil visitas diarias, a través del sitio web de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratis (Conaliteg), sin embargo, ha sido manifiesto que el desafío no está en las herramientas de transmisión, sino en el acceso al contenido en línea.
«Aprende en Casa» aprovecha las tecnologías móviles para llegar a más usuarios de la comunidad educativa. Los teléfonos inteligentes y un esquema de cobro revertido de datos propuesto por la iniciativa Pocket Classroom, la cual en el capítulo “Revisión de Políticas Basadas en Tecnología en el Sistema Educativo Mexicano”, forma parte del estudio-propuesta “Pocket Classroom: Desarrollo de Videojuegos Móviles para la Educación Ciudad de México, 2020”.
La política Pocket Classroom o “Aula de bolsillo” sugiere la combinación de videojuegos, plataformas móviles con características de diseño de Inteligencia Artificial, Realidad virtual y Realidad aumentada, para aplicar en el sistema educativo, mejorar las habilidades digitales y desarrollar las capacidades del siglo XXI en los estudiantes mexicanos.
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