Plataformas digitales fortalecer independencia económica.
La economía gig, que junto con la robotización constituye una de las mayores disrupciones de la tecnología en el mercado laboral, presenta un panorama tan positivo como desafiante para la población femenina en términos de oportunidades económicas, desarrollo personal y profesional.
“La economía gig puede expandir las oportunidades para las mujeres al presentar opciones de empleo con alta flexibilidad, reducir las barreras de entrada en sectores considerados típicamente masculinos y facilitar el acceso a clientes o a redes internacionales”, señala el reporte El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe. ¿Cómo será el mercado laboral para las mujeres?.
Los trabajos “gig”, un término anglosajón que se podría traducir al español como una “chamba” realizada a través de plataformas como Uber, Airbnb, Rappi, Glovo, Freelancer o Amazon Mechanical Turk, son sin duda un fenómeno que está en el centro de la discusión sobre el futuro del trabajo.
El documento elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) subraya que la flexibilidad que ofrecen estas plataformas en torno a dónde, cuándo y cómo trabajar, puede fomentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral, puesto que facilita la combinación del trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado que, como ya hemos visto, recaen principalmente en las mujeres”.
Para el promedio de seis países de América Latina y el Caribe (Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Perú), la flexibilidad horaria es una de las principales razones por la que las mujeres participan en estas plataformas. Sin embargo, es una de las últimas razones para los hombres, quienes valoran más otros factores, como la obtención de experiencia laboral, los ingresos extra e, incluso, la diversión.

La economía gig disminuye las barreras de entrada y permanencia en sectores laborales típicamente masculinos. Por ejemplo, en la plataforma Uber de Estados Unidos, las mujeres representan el 14 por ciento de los conductores, superando el promedio observado en el mercado offline, donde la participación femenina alcanza 8.0 por ciento del sector.
Para las mujeres que quieren conducir para vivir, la evidencia sugiere que registrarse en Uber es mucho más fácil y menos intimidante que pasar por el proceso de reclutamiento en un operador de taxi tradicional. Además, las plataformas digitales pueden fortalecer la independencia económica de las mujeres, ya que posibilitan el acceso a una gama más amplia de clientes y ahorran gastos de marketing y ventas.
A su vez, esto facilita oportunidades para el crecimiento de los emprendimientos, y la naturaleza colaborativa de las plataformas favorece el flujo de conocimiento y la creación de redes de networking. Sin embargo, estas tecnologías también pueden replicar las brechas de género observadas en el mercado de trabajo tradicional, como las de participación, salario y la segregación ocupacional.
“En América Latina y el Caribe, el promedio para los seis países analizados muestra que las mujeres representan el 42 por ciento del total de trabajadores de la economía gig. La mayor participación de los hombres de la región en estas plataformas puede vincularse con las brechas de habilidades y usos de las tecnologías digitales”.
Las mujeres siguen rezagadas en el acceso a la tecnología y las habilidades para usarla. Al igual que en otras regiones, los hombres en América Latina y el Caribe hacen un uso más variado de las tecnologías.
El reporte del BID enfatiza que el mundo está experimentando una revolución digital, disruptiva pero emocionante, en la que la Inteligencia Artificial, la automatización, los cambios demográficos y la globalización están transformando la forma de trabajar y las habilidades requeridas para el empleo.
“Pero ¿Cómo podemos acelerar la igualdad de género a medida que la tecnología evoluciona? Las actuales brechas que observamos en el mercado laboral constituyen una gran barrera para que las mujeres realicen con éxito las transiciones necesarias para la fuerza laboral del futuro”.
Moldear el mercado laboral del futuro es una tarea pendiente que puede fortalecerse a través de acciones enfocadas a:
*Promover que las mujeres adquieran las habilidades adecuadas.
*Replantear y ampliar la infraestructura de protección social para asegurar que las mujeres realmente aprovechen las nuevas oportunidades que ofrece la tecnología.
*Mejorar la calidad de los empleos en los sectores de atención, educación y salud
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