Revertir fenómenos como la baja representatividad de las mujeres en el sector salud, su escasa participación en investigaciones, carreras STEM y posiciones de liderazgo en tecnología, son acciones necesarias para impulsar el desarrollo de América Latina y el Caribe como una región con sistemas de salud digital más inclusivos, una condición fundamental para enfrentar de mejor manera futuros escenarios de emergencia sanitaria.
“En promedio, las mujeres son diagnosticadas cuatro años más tarde que los hombres en cientos de enfermedades; tienen más probabilidad de morir de problemas comunes como ataques cardíacos; a veces reaccionan mal a medicamentos y ha sido documentado que los médicos pueden descartar el dolor y los síntomas de las mujeres más que el de los hombres”, destacó Jeniffer Nelson, especialista en salud digital de la división de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Es por ello que desde esta realidad, los retos van desde detectar una enfermedad, desarrollar tratamientos y soluciones adecuadas, ya que no se han priorizado los problemas reales que las mujeres tienen que resolver, dejando de crear valor real para este grupo de la población.
En el documento “La gran oportunidad de la Salud digital en América Latina y el Caribe”, el BID sostiene que la transformación digital del sector salud ya no es una opción sino una obligación. «La tendencia del gasto en salud en América Latina y el Caribe es creciente y, sin buenos sistemas de información, se darán ineficiencias cada vez más costosas… Al mismo tiempo, es imperativo resguardar que no traiga consigo incrementos en la gran desigualdad que caracteriza a la región”.
En este sentido, Jeniffer Nelson reconoció que hay un importante número de investigaciones e inversiones dedicadas a la inclusión en este campo, así como mujeres inspiradoras, reconocidas por el BID como “campeonas en salud digital”; sin embargo, cuando se analizan los datos, talleres técnicos y salas de juntas, se observa que las mujeres son superadas en número y a veces son invisibles.
Ante ello, el BID visibiliza a referentes femeninos en este sector y tiene entre los objetivos de la Visión 2025 aprovechar las tecnologías digitales para mejorar la salud de la población; la sostenibilidad financiera y fiscal del gasto en salud; y la calidad y productividad de los servicios sanitarios.
La pandemia de COVID-19 demostró que los países del mundo estaban muy poco preparados para un evento de tal magnitud; aún más en América Latina y el Caribe, que de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se ha traducido en la peor crisis económica, social y productiva que ha vivido la región en 120 años.
“Solo en 2020, la región registró el 28 por ciento de todas las muertes confirmadas por coronavirus y el 17 por ciento de los contágios acumulados, a pesar de solo conformar el 8.4 por ciento de la población mundial, indicando un bajo nivel de preparación de la región para un evento de este tipo”, indica el documento.
Incluso, algunos expertos consideran que estas cifras son subestimaciones derivadas de sistemas de salud desbordados y sin mecanismos para asentar esta realidad con precisión, es por ello que exhortan a empezar con una visión clara de a dónde se quiere llegar, centrada en la salud de las personas y no en la tecnología.
Aunque reconocen que ante la crisis económica, algunos países pudieran seguir con el enfoque tradicional, “las duras lecciones de COVID-19 apuntan con sentido de urgencia hacia un solo camino: el emprender transformaciones digitales para contar con sistemas sanitarios nacionales de calidad, eficientes y equitativos que promuevan el bienestar continuo de su población”.
Las «campeonas» Sonia Maribel Viana, Joseline Carias, Rosa González y Laura Anaya, reconocidas por su labor coincidieron en algunas de las barreras que han tenido al trabajar en labores de salud digital, como la carga de mayor responsabilidades en las tareas del hogar, cuidado de hijos y padres.
Asimismo, la exigencia del doble o triple esfuerzo en su desempeño profesional; la falta de oportunidades y mayor capacitación, así como los estereotipos de género que siguen creando barreras para las mujeres en toda la región.
No obstante, para atraer a más mujeres a la salud digital, las especialistas consideraron que se deben de garantizar más oportunidades de educación y mejorar la calidad de la misma; crear un entorno laboral y modelos a seguir, así como contar con una red de apoyo.
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