En México, donde siete de cada 10 niñas y mujeres de más de 15 años han sufrido algún tipo de violencia, es evidente que la normalización de este problema social debe erradicarse y para ello, uno de los primeros pasos es reconocer que tiene múltiples caras, medios y formas, coincidieron las presidentas de las comisiones del Senado de Igualdad de Género, Cultura y Derechos Humanos.
En el conversatorio “Construyendo entornos libres de violencia de género”, moderado por Mónica Aspe, CEO de AT&T México, las legisladoras hicieron ver el largo camino que se ha recorrido para señalar por su nombre los diversos tipos de violencia que existen: física, emocional y psicológica, sexual, económica, cibernética, entre otras.
Así como su manifestación en múltiples ámbitos como la política, laboral, estética, en los medios de comunicación, sobre los derechos sexuales y reproductivos, obstétrica, simbólica, así como la violencia feminicida.
“Hablar de eso no fue fácil. Nos dijeron exageradas, que estábamos sacando a flote un tema que era privado y que el Estado no tenía que meterse en lo privado. Ese era el discurso de los 90s y logramos decirle al mundo y a México que no es cierto y que el Estado tiene una responsabilidad porque somos sujetas de derechos”, recordó Martha Lucía Micher, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Senado de la República.
Lo cierto es que al día de hoy, la violencia de género persiste como un doloroso fenómeno marcado por la normalización y la impunidad, pues al tiempo que hay 10 víctimas de feminicidio por día, sólo el 20 por ciento de los casos se investigan.
Más aún, entre las múltiples caras de la violencia en contra de las mujeres se encuentra la que millones de ellas enfrentan en sus centros de trabajo y que se manifiestan en brechas salariales y acoso laboral.
La senadora Reyna Celeste Ascencio refirió el avance que significa la recién aprobada reforma constitucional en materia de igualdad sustantiva, perspectiva de género, derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y erradicación de la brecha salarial por razones de género.
“Ya está en la Constitución la reforma a la brecha salarial, pero la realidad es que le siguen pagando menos a la mujer que al hombre. Tenemos que seguir trabajando para erradicar desde la raíz, desde las empresas y las instituciones este tipo de diferencias salariales y que sea una realidad este texto constitucional”, sostuvo la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.
Si bien la actuación de los poderes Ejecutivo y Legislativo es clave para la construcción de entornos libres de violencia, un actor fundamental es el sector privado, pues en la esfera laboral el desarrollo de iniciativas encaminadas a concientizar y erradicar este fenómeno, tiene el potencial de cambiar la vida de millones de mujeres.
En ese sentido, la senadora Beatriz Mojica, presidenta de la Comisión de Cultura del Senado, refirió que la erradicación de los diferentes tipos de violencia de género no sólo puede ser posible con la actuación del Estado, pues el sector privado es una pieza clave para materializar acciones afirmativas que “parecen pequeñas” pero que son muy importantes en materia de productividad.
Mónica Aspe, CEO de AT&T México, destacó cómo cuando llegó esta empresa a México existían posiciones en las que la brecha salarial era de hasta 40 por ciento para ingenieras e ingenieros y otras equivalentes.
“Medimos la brecha salarial y la cerramos. Hoy no existe en AT&T México. Tenemos con la American Chamber un proyecto de medir y transparentar y cerrar la brecha salarial, donde también trabajamos mucho en estos temas y vamos avanzando”, aunque la medición de este fenómeno es asignatura pendiente en una gran cantidad de empresas.
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