Las mujeres enfrentan una brecha doble en el sector de los medios digitales y software en algunos países de América Latina: de representación y salario. En el primer caso, la diferencia es de 20 por ciento, y en el segundo, de 23 por ciento, lo cual demuestra la urgencia de fomentar la inclusión femenina en los sectores de alta tecnología.
De entre todos los sectores culturales y creativos, las disparidades en medios digitales y software merecen atención especial, se destaca en el estudio “Brechas de género en las industrias culturales y creativas, un análisis de Argentina, Colombia, México y Perú”, elaborado por Eduardo Saravia y Greis Cifuentes, especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el caso de México, la situación se acentúa porque las mujeres que participan en las industrias culturales tienen en promedio una escolaridad de 13.27 años, contra 11.69 de escolaridad de los hombres, pero “este mayor nivel educativo no se ha traducido en acceso equitativo a oportunidades laborales de calidad y bien remuneradas”.
En el análisis, los especialistas del BID tomaron variables clave como el número de trabajadores, nivel educativo, tipo de contrato, ubicación de los trabajadores (rural o urbana), acceso a la seguridad social, ingresos y la posición ocupacional.
Asimismo, tomaron en cuenta la metodología del “Tridente creativo”, que caracteriza las ocupaciones del sector en tres tipos: creativas especializadas, es decir, personas que directamente hacen cosas creativas como artistas, escritores, músicos, diseñadores; de apoyo, quienes no realizan específicamente actividades creativas, pero participan en el proceso como soporte para producción y distribución; y finalmente creativos incrustados, que sí crean, pero de manera indirecta como escritores de publicidad y músicos de educación, entre otros.
En términos generales, la brecha salarial de género en la economía creativa alcanza un promedio de 23 por ciento, más amplia que el 18 por ciento en el resto de la economía. Se evidencia una alta concentración en los rangos salariales bajos, con 38 por ciento de mujeres en el rango de ingresos más bajo contra 35.6 por ciento de hombres
En promedio, sólo 12 por ciento de las mujeres se ubica en los rangos de ingresos más altos, frente al 18 por ciento de los hombres, lo que además demuestra barreras para acceder a posiciones de liderazgo en empresas y organizaciones creativas.
Sobre la formalidad en el trabajo y el acceso a seguridad social en la industria creativa, destaca que 51.4 por ciento de las mujeres cuenta con los beneficios que proporciona un contrato formal, proporción que apenas varía en comparación con el 51.51 por ciento observado en otros sectores de la economía. Esta cifra contrasta con el 57.3 por ciento de los hombres que tienen contratos formales.
Sin embargo, en seguridad social, 64 por ciento de las mujeres reportan acceso a este beneficio, contra el 61.2 por ciento observado entre los hombres. “Esta situación revela la paradoja de que pese a enfrentar barreras para la formalización laboral, aquí el trabajo femenino logra un acceso ligeramente superior en seguridad social, respecto a sus contrapartes masculinas, subrayando la complejidad de las dinámicas de género en el ámbito laboral creativo”.
A nivel de país (México), “las mujeres representan solo el 25.26 por ciento del empleo en el tridente creativo, frente al 38.83 por ciento en el resto de la economía.
Aunque la ocupación había crecido para ambos sexos previo a la pandemia, la caída en el empleo para las mujeres provocada por la contingencia sanitaria fue más pronunciada para las mujeres, al descender 11.7 por ciento, contra 7.1 por ciento entre los hombres.
Al considerar el “Tridente creativo” en México, los especialistas del BID llegaron a la conclusión de que “las mujeres se concentran en los rangos de ingresos más bajos. Apenas el 16.03 por ciento de las ocupadas se ubica en los dos rangos de ingresos más altos, en comparación con el 18.57 por ciento de los hombres”.
Esto significa que “la proporción de mujeres en las posiciones laborales mejor pagadas es incluso menor a su ya de por sí baja participación en el tridente creativo, lo que se traduce a una segregación ocupacional vertical”.
En el propio tridente creativo, en México las mujeres perciben 18.81 por ciento menos salario que los hombres como promedio. “Esta brecha es poco más amplia que la observada en el resto de la economía mexicana, donde alcanza el 18.5 por ciento”.
Entre los datos positivos en México se señala que 73.9 por ciento de las mujeres ocupadas en el tridente creativo cuenta con contrato formal de trabajo, cifra más alta que en el resto de los sectores económicos que alcanza sólo 58 por ciento, aunque también se advierte que esto “no se traduce necesariamente en mejores condiciones de trabajo o mayores ingresos”.
Respecto a los ingresos, en México se reporta que “la brecha salarial en las ocupaciones creativas alcanza 16 por ciento en favor de los hombres. Al observar la distribución por rangos de ingreso, las mujeres están considerablemente más representadas en el rango de ingresos más bajo con 12.1 por ciento en comparación con el 2.5 por ciento de los hombres.
Finalmente, para reducir estas y otras desigualdades en los cuatro países analizados, se recomiendan medidas económicas, como dotar de capital semilla a emprendimientos que favorezcan la participación femenina; medidas de formación y creación de capacidades, enfocadas en capacitación específica; y medidas políticas, como la implementación de instrumentos internacionales dirigidos a disminuir las desigualdades de género.
C$T-GM