Desde generaciones atrás, el aprendizaje de las matemáticas, el álgebra, las ecuaciones y las “ciencias duras” en general, siguen representando el “coco” para estudiantes de cualquier nivel académico, por ello es imprescindible rediseñar la estructura educativa en el país, para que las carreras STEM, sean un verdadero atractivo para los jóvenes y particularmente para las mujeres, entre quienes persiste una reducida participación en esas áreas.
“Estamos en plena era de la transformación tecnológica, de la transformación digital y aún se continúa observando una baja participación de la mujer, por ello en CETYS, en forma recurrente ofrecemos a los alumnos, los esfuerzos que realiza el gobierno del Estado a través de la Secretaría de Economía por lograr el empoderamiento de la mujer e invitarlas a que se integren a carreras STEM”, destacó Nataly Medina, docente y Coordinadora de la carrera de Cibernética Electrónica, en CETYS.
Egresada de esta institución en la carrera de Ingeniería en Cibernética, recordó cómo durante su formación profesional, a ella también le tocó ser única mujer en esa disciplina, un panorama que en la actualidad aún no es muy distinto, pues la participación del capital femenino es escasa en las carreras enfocadas a la electrónica, computación, mecatrónica, así como otras ramas de la ingeniería y el desarrollo tecnológico.
Por ello en CETYS, explicó, se realizan pláticas y reuniones para motivar y hacer crecer el interés en este tipo de carreras profesionales entre las mujeres, encuentros donde con un conteo rápido se puede detectar que en carreras computacionales donde la matrícula puede sumar unos 30 alumnos, sólo participan alrededor de cuatro mujeres, y sólo una en lo relacionado con la cibernética electrónica.
Sin embargo, destacó que cuando se analiza la matrícula en general de todos los programos educativos que ofrece CETYS, la participación de estudiantes mujeres sube hasta 45 por ciento, por lo cual se puede afirmar que hay un equilibrio en lo que se refiere a la formación educativa profesional, pero al revisar programas específicos en ramas como la ingeniería, ahí es donde hay menor participación.
CETYS ha logrado tener una matrícula equitativa en género, lo cual es muy positivo pues las mujeres están logrando integrarse al sistema educativo profesional, pero no deja de llamar la atención, por qué su preferencia no está en las áreas que pertenecen a la ingeniería o al desarrollo tecnológico.
Es imprescindible reconocer que las áreas de ingeniería son menos atractivas, aún entre el sexo masculino, hablando a nivel país a nivel global. México sigue teniendo una alta demanda de profesionales en este tipo de disciplinas sin que haya una cantidad de egresados que satisfaga la demanda actual de las empresas que requieren este tipo de talento especializado.
“Las áreas con mayor demanda actualmente son las tecnológicas, las enfocadas al desarrollo de software, computación, de arte y diseño digital, del ramo de la electrónica, semiconductores, desarrollo de materiales y manufactura, ahí hay una fuerte demanda de ingenieros, con altas cifras de una demanda sin cubrirse”.
En la región de Baja California, una compañía que desarrolla semiconductores, en colaboración con el gobierno del estado, trabaja en fortalecer el talento en esta área productiva porque se requieren profesionales, y aún buscando en otras regiones del país, la matrícula de egresados no alcanza a cubrir las necesidades que presenta esta industria.
“México es clave para fortalecer este tipo de áreas, por ello en Baja California, hay esfuerzos conjuntos de universidades e instituciones educativas del estado por fortalecer la creación de talento especializado. Es interesante ver cómo se ha logrado tener profesionales egresados en ingeniería, pero no se ha logrado a nivel nacional, -igual que en el mundo-”.
Este escenario se replica también en las áreas de investigación científica donde a nivel nacional aún se tiene sólo 30 por ciento de participación de las mujeres como investigadoras, eso ha llevado a observar que en la carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), tampoco se ha alcanzado esa equidad.
Uno de los temas donde CETYS ha puesto énfasis, es en calar muy profundo en la mentalidad de la población en torno a que la educación es un derecho general y por lo tanto las mujeres deben contar con las mismas oportunidades para ingresar en las áreas STEM.
A nivel país es muy importante alcanzar estos objetivos, pues se ha demostrado que al lograr integrar una participación mucho más intensiva, más equilibrada de la mujer en la economía se puede asegurar que el crecimiento del Producto Interno Bruto de una economía puede mejorar sustancialmente.
Aunque todas las áreas profesionales son importantes, tanto las habilidades blandas como las duras, es decir, un área administrativa, legal o médica también tienen su relevancia, ahora lo que se busca es que en los temas de ingeniería y áreas tecnológicas, la presencia de las mujeres crezca mucho más.
Explicó que en colaboración con la docente Ingrid Kuri Alonso, se lanzó la iniciativa We Do & Care, en la Escuela de Ingeniería de CETYS, la cual nace a partir de detectar que aunque las estudiantes mujeres muestran un alto rendimiento en matemáticas, física y química, llegado el momento de elegir su carrera, un gran porcentaje se decide por las ciencias humanas, tal vez bajo la idea de que las “ciencias duras”, como ingeniería o tecnología, están más orientadas al sexo masculino.
Mediante la realización de un sondeo entre mujeres egresadas de bachillerato se pudo detectar también que tienen más acercamiento a carreras profesionales donde puedan desempeñarse “en el cuidado del otro” áreas donde trabajan la comunicación y el cuidado del medio ambiente y por eso se creó el programa We Do & Care.
“Ahí mostramos que las mujeres podemos hacer muchas cosas, podemos crear cosas, pero que también es importante no dejar de lado nuestra comunidad… acercamos a las mujeres a las áreas de las ingenierías para que conozcan y se den cuenta que el hecho de crear un circuito, o trabajar con computadoras no me va alejar de ayudar a mi comunidad, de cuidar el medio ambiente, de colaborar con otras personas”.
El programa ahora también se está aplicando entre estudiantes mujeres de primaria y secundaria, es decir, desde niñas de sólo 6 años de edad que ya cuentan con habilidades para aprender a programar, a crear un circuito electrónico, a diseñar una pieza mecánica.
Hoy el reto de la educación es buscar la posibilidad de bajar toda esa información y ese conocimiento de carreras STEM, a un nivel de primaria o secundaria, que implica repensar y rediseñar la enseñanza para que esas pequeñas emprendan el camino de la tecnología y las “ciencias duras”, igual que los sus compañeros del sexo masculino.
En todo estos desafíos, el apoyo de los padres y madres de familia es sumamente relevante, por lo que en una tercera edición del We Do & Care se han llevado a cabo pláticas y talleres porque desde la casa en muchas ocasiones hay la idea que existen carreras “poco propicias” para el género femenino; conocer con detalle nuevos procesos de fabricación, creación de nuevos materiales sirve de mucho para que tengan un idea más cercana a la realidad.
El apoyo de las familias, es fundamental para que las jóvenes generen confianza en sí mismas y que tomen conciencia de que tienen futuro y muchas oportunidades de crecer en este tipo de carreras.
We Do & Care es un programa que se planea impulsar y desarrollar a nivel estatal y se busca que en colaboración con distintas instituciones educativas crezca y se creen redes de apoyo y que se difunda para captar a todas esas mujeres que seguramente están interesadas en incursionar en las áreas de ingeniería y tecnología, en las carreras STEM en general.
C$T-GM