La industria de la tecnología ha avanzado en la inclusión de las mujeres, si bien aún falta mucho por trabajar, con regulaciones como horarios flexibles, eliminación de la brecha salarial y acceso equitativo a las oportunidades laborales. Al mismo tiempo, es necesario que desde la educación temprana, se le genere interés a las niñas por las materias STEM, para involucrarlas más en esas profesiones.
Alejandra Castellanos, vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (CIME), reconoció que “vamos avanzando en emparejar el piso y cada vez hay más posibilidades para la inclusión de las mujeres en las profesiones de Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), pero tengo la esperanza de que en un momento no lejano en el futuro, ya no haya diferencias entre hombres y mujeres en esos trabajos”.
En entrevista con ConsumoTIC, la ingeniera Castellanos, primera mujer en ocupar la vicepresidencia del CIME en los casi 80 años de historia de esta organización, aseguró que su labor en esta responsabilidad, se centrará en desarrollar un ecosistema STEM con inclusión de género.
Así como colaborar con instituciones académicas para el desarrollo de nuevas asignaturas que produzcan egresados con las habilidades que exige el mercado; formar mejores peritos en las 14 especialidades con que cuenta el Colegio y reivindicar a la profesión de los ingenieros, con las adecuaciones que la realidad exige.
Aseguró que en México existe una gran oferta académica para la ingeniería. Tan sólo en la Ciudad de México hay 40 escuelas tanto públicas como privadas que ofrecen distintas especialidades, pero al mismo tiempo, los estudiantes no encuentran oportunidades laborales porque sus habilidades no concuerdan con lo que requiere la industria o definitivamente “vemos que es muy triste la fuga de cerebros, porque a los muchachos les resultan más atractivas las ofertas en el extranjero”.

En ese sentido, es necesario que los colegios profesionales trabajen con las universidades para adecuar la currícula y garantizar mejor empleabilidad, siempre pensando en la igualdad de género, porque las chicas también son capaces y tienen grandes habilidades, si bien requieren condiciones laborales que se ajusten a sus necesidades, como por ejemplo la maternidad.
Reconoció que si bien se ha avanzado en incorporar a más mujeres en las carreras STEM en altos niveles (ella misma es ejemplo como directora general de una empresa de sistemas de refrigeración para Centros de Datos), falta garantizar que la competencia se establezca a partir de la capacidad profesional, sin tomar en cuenta roles de género.
“Ni las mujeres ni los hombres deben de tener condiciones distintas; todos deben tener las mismas posibilidades y destacar en la profesión según sus habilidades”, enfatizó.
En ese sentido, explicó que por estatutos, su labor como vicepresidenta en la CIME será de dos años y posteriormente asumirá la presidencia por otros dos años, tiempo que, confió, será suficiente para alcanzar los objetivos propuestos, pues “no lo hago sola; cuento con un equipo de otros 10 miembros del Consejo Directivo, que me apoyan en estas tareas”.
“Queremos llevar a la ingeniería como profesión a los grandes niveles de prestigio que tuvo en la época de la industrialización de México, cuando los ingenieros mexicanos desarrollaron los grandes proyectos de infraestructura como tendido de redes eléctricas, ferrocarriles, carreteras, presas e hidroeléctricas, por mencionar grandes obras”.
Ahora, las condiciones son distintas. Se necesitan especialistas capaces de llevar la tecnología a nuevos niveles y esto implica una fuerte competencia, donde la academia y la industria tienen que trabajar de manera muy cercana para generar los egresados con las capacidades que realmente se requieren en un mundo de cambios rápidos y profundos.
Para ejemplificar, explicó lo que pasa en el mundo de los Centros de Datos, donde la compañía a su cargo proporciona sistemas de enfriamiento especializados. “Se trata de un mundo enorme, con grandes requerimientos de energía y exigencias especiales de enfriamiento, que no se pueden proporcionar con sistemas tradicionales. La tecnología se tiene que desarrollar tan pronto como lo hacen los propios Centros de Datos y para eso se requieren especialistas muy bien preparados”.
De hecho, la industria de los Centros de Datos se duplicará en México anualmente durante los próximos 10 años, tanto en capacidad instalada, como en capacidad de procesamiento, porque el avance de la Inteligencia Artificial requerirá infraestructura mucho más ambiciosa, con equipos cada vez más compactos y con enormes requerimientos de energía, lo cual será un reto abastecer.
Sin embargo, respecto al reto de la sustentabilidad, “el Plan Nacional Energético que recién presentó el gobierno federal, se ve bien, pues incluye generación distribuida y otros mecanismos para abastecer de energía a diversos sectores y también incluye energías renovables, lo cual suena prometedor”.
Anticipó que el avance de la tecnología exigirá “ingenieros e ingenieras altamente capacitados, que desarrollen tecnologías que hoy ni siquiera existen, pero que el talento mexicano sin duda las puede generar”.
C$T-GM