Monterrey, N.L.- En materia de educativa, “estamos al borde de una era dorada para la humanidad”, donde la “imparable” Inteligencia Artificial (IA) llevará el conocimiento a nuevos niveles, al tratarse de una tecnología 10 veces más potente que cualquiera otra en la historia, aunque también exige de los docentes una “actitud de aprendizaje desesperada” para sacarle provecho.
Antes es imprescindible volver a lo básico: aprender a leer y escribir, entender matemáticas, leer libros en papel, escribir a mano, sacar la tecnología de las aulas y dormir lo suficiente, “porque los seres humanos vamos a seguir existiendo, mientras la Inteligencia Artificial no tiene voluntad, no tiene agencia, no tiene emociones, no quiere hacer nada, pero los estudiantes sí”.
Al participar en la charla “El desafío de nuestra generación: educación para el futuro”, Sara Segundo, Directora interina de Transferencia y Emprendimiento del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Freddy Vega, fundador y director de Platzi, plataforma de educación en línea, advirtieron que en la actualidad un estudiante antes que usar la IA, primero debe contar con conexión a internet y una computadora, el aparato más usado en este tipo de trabajo.
Aunque parezca menor, esto supone un gran desafío si se considera que en América Latina, sólo 40 por ciento de los hogares, “que no de los individuos”, cuenta con una computadora, y pese a que el número de celulares y tabletas es mucho mayor, hay numerosos estudios que han mostrado que por más inversión y software que se agregue a estos dispositivos, no pueden sustituir las capacidades de una computadora, herramienta primordial para el trabajo en el ámbito digital.
El avance de la Inteligencia Artificial en la educación se ha profundizado, entre otras cosas, porque los estudiantes la usan para resumir documentos que no quieren leer y para redactar textos que no quieren escribir, incluso con un estilo tan personal que lo hace indetectable y eso obliga a los docentes a aprender su uso y potencialidades de manera desesperada, porque sólo así podrán estar al día.
La democratización de la IA “es inevitable y será la tecnología de más rápida democratización en la historia humana, la cual ha penetrado en escalas y volúmenes superiores a la electricidad, el teléfono o la televisión” y por lo tanto desde la academia hay que aprender a usarla para sacarle provecho y estar debidamente actualizados en el manejo de las nuevas tecnologías.
Y es que de acuerdo con Freddy Vega, el sistema educativo sigue anclado a prácticas como encargar tareas y reprobar a los alumnos por sus calificaciones, lo cual consideró como “un castigo asimétrico”, ya que está demostrado que cuando las personas tienen el tiempo que necesitan para aprender algo, lo aprenden y por lo tanto, recursar una materia o un año escolar, sólo implica restarles tiempo a sus vidas.
Sin embargo, también es evidente que el uso intensivo de la tecnología también ha traído como consecuencia el que los seres humanos pierdan habilidades. Por ejemplo, ante la distribución de calculadoras en las escuelas, los seres humanos han perdido la habilidad de hacer divisiones largas y lo mismo podría ocurrir más adelante con escribir a mano. De ahí que algunos países del mundo –como Suecia— están eliminando las pantallas de las aulas, para “hacer de las escuelas templos de conexión humana y gimnasios para la mente”.
Mientras se usa la IA para la escuela, tratando de sacarle el mejor provecho posible, es necesario que los humanos sigan siendo humanos y comprendan que somos animales que necesitamos dormir, comer adecuadamente y hacer ejercicio para mantenernos en plenitud de facultades, mientras dejamos que la IA se encargue de algunos aspectos del aprendizaje.
En todo caso, en la educación, el uso de la tecnología puede traer muchas ventajas en especial cuando se trata de seguir la formación en los adultos, quienes han perdido el interés por la lectura. “El adulto promedio lee de cero a un libro al año y los libros son el mejor mecanismo que la humanidad ha construido para educar”, por lo que la lectura es una actividad que se debe seguir promoviendo.
El rechazo a la lectura se debe a que “educarse duele” y en el caso de los adultos que siguen nuevos cursos en línea para mejorar en el trabajo, es aún más difícil, porque deben encontrar utilidad práctica y retorno de inversión en los cursos que tomen en línea.
C$T-EVP