El uso de teléfonos móviles que almacenan datos, auriculares con bluetooth para recibir respuestas de fuentes externas, máquinas virtuales, el envío de pantalla compartida, dobles pantallas, teclados o ratones que sirven para buscar información no autorizada o servirse de programas o aplicaciones prohibidas, además de suplantación de identidad, son algunas de las tácticas que pueden usarse para “hackear” un examen online.
Mientras en México todavía son pocas las instituciones educativas que cuentan con la modalidad online en educación, algunas de otros países han ganado experiencia en el uso de plataformas y evaluaciones en línea, que les han permitido conocer algunas de las “trampas” más comunes al momento de las evaluaciones en línea.
Esto ha generado que desde el diseño del examen se pueden aplicar algunas precauciones disuasorias, ya que la dificultad o el éxito de un hackeo depende de las características del entorno en el que se realiza y del tipo de supervisión en línea; aún así los sistemas que se usen deben cumplir con la protección de datos.
Algunas de las tácticas que sugieren expertos de Smowltech, es crear preguntas que requieran de una profunda reflexión y no puedan ser respondidas de manera rápida mediante una búsqueda en internet o proponer diferentes variantes de un mismo examen alterando el orden de las preguntas.
Asimismo, se puede configurar el examen para que muestre las preguntas de una a una de tal manera que la persona que realizará la prueba no pueda hacer un barrido rápido o enviar el grueso de las preguntas a alguien más.
Se puede impedir volver atrás cuando se pasa a la siguiente pregunta; deshabilitar funciones como “copiar y pegar” y limitar el tiempo de respuesta con la intención de impedir una búsqueda a través de otros terminales.
Por otro lado, se puede recurrir a la tecnología para la supervisión online remota, el reconocimiento facial y la Inteligencia Artificial (IA) para verificar la identidad del alumno y monitorizar su actividad durante el examen. Sin embargo, es necesario que los sistemas empleados sean compatibles con el Reglamento General de Protección de Datos.
Esta opción puede ser útil para comprobar que no hay nadie más en la habitación, realizar una autenticación inicial y a lo largo de la prueba verificar que no se emplean elementos periféricos y aplicaciones no permitidas, pero el uso de IA se puede aplicar a la par que la supervisión humana.
“Hay una clara tendencia de que la educación del mañana será online, porque da mayor flexibilidad, permite compaginar el trabajo con la vida personal y formación… aquí constantemente estamos viendo que hay un importante reto de cómo ofrecer ese proceso de formación ciento por ciento en línea y manteniendo el mismo nivel de integridad que el presencial”, subrayó Alex Vea, Chief Strategy Officer en Smowltech.
Para una experiencia de aprendizaje ciento por ciento en línea la supervisión remota es un elemento importante, que equivale a lo que hacía una persona que estaba vigilando cuando se realizaban los exámenes en el aula, porque al final, añadió en su participación en el MoodleMoot Colombia 2022, el reto es asegurar la integridad académica.
Por ello, expuso, Smowltech desarrolló una herramienta que permite verificar la identidad del usuario y monitorear el proceso, cumpliendo el reglamento general de protección de datos europeo, que es de los más estrictos a nivel global.
Alex Vea señaló como falso que las herramientas de Proctoring solo sirvan para detectar a “tramposos”, pues su misión es mejorar la accesibilidad a la educación, así como ofrecer flexibilidad, puesto que hay estudiantes que tienen que desplazarse sí o sí a un examen presencial, se les obliga porque no hay una alternativa para hacerlo online.
“Sin duda hay un gran reto porque con el tema de la empleabilidad, podemos hablar de más 500 millones de personas en la región de latinoamérica que van a necesitar reskilling, y upskilling en competencias digitales, y va a ser fundamental formar de una manera más ágil a las personas”.
C$T-GM