Adaptar buenas prácticas, más no replicar modelos educativos de otros países, es una propuesta que puede ayudar a los niños y niñas de América Latina a mejorar sus competencias digitales esenciales para los empleos del futuro, y a las escuelas a adaptar su oferta académica a la demandada real de profesionales.
«Vale la pena que exploremos cómo estas buenas prácticas se podrían adaptar a los contextos propios y lograr así que el pensamiento computacional no sea algo ajeno a nuestros colegios, sino un peldaño para que cada vez más niñas y niños latinoamericanos puedan también construir su mejor futuro digital», recalcó Laura Barragán, directora de Educación y Sociedad del British Council en Colombia.
En el blog “Niños en clase STEM. Cinco claves para crear un ecosistema educativo que fomente el pensamiento computacional en las escuelas”, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la especialista recalcó que fomentar el pensamiento computacional desde la infancia es cada vez más importante.
“El foco está en el proceso lógico basado en un conjunto de sub-habilidades propias de la ciencia de la computación, tales como la descomposición, el reconocimiento de patrones, la abstracción, el pensamiento algorítmico. Por tanto, destrezas como la programación no son el fin en sí mismo, sino una manifestación de la habilidad”.
En ese sentido, propuso cinco aspectos clave para explorar nuevas prácticas que se aplican en Reino Unido y que podrían adaptarse a los sistemas educativos latinoamericanos, a fin de que no se amplíen las brechas existentes y se garantice un mejor futuro de los niños y niñas en una economía digital.
El pensamiento computacional como una habilidad clave para cualquiera; es decir, ofrecerlo a todos, independiente de si en el futuro irán por una carrera en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) o en el sector de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), para que que se alfabeticen como participantes activos en un mundo digital.
Otro punto es la inclusión, entendida como igualdad de oportunidades para todos, ya que una preocupación central dentro del trabajo realizado en Inglaterra es cómo lograr que los beneficios digitales y la posibilidad de desarrollar el pensamiento computacional llegue a todos.
En materia de colaboración interinstitucional destaca la importancia de que los diferentes actores del sector productivo, tecnológico y organizaciones no gubernamentales se sumen a este propósito común e integren un ecosistema de oportunidades.
Por su parte, el aprendizaje entre pares, es decir, que los procesos de formación docente se lideren desde las escuelas mismas, y que con aliados universitarios se conformen redes de apoyo, acceder a formaciones de alta calidad, recibir asesoría de escuela a escuela, es otro aspecto clave.
Sobre la relevancia del currículo, estándares y marco de calidad, refiere cómo desde el año 2013, Inglaterra cuenta con un currículo de computación que incluye desempeños específicos para estudiantes de cinco a 16 años, pero además el Departamento de Educación lanzó los estándares digitales y tecnológicos para colegios, y se cuenta con un Marco de Calidad con el que pueden diagnosticar qué tanto se acercan o alejan de las mejores prácticas institucionales en la materia.
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