Adhara Maite Pérez Sánchez es una niña mexicana que posee un coeficiente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés) de 162 puntos, le interesan los agujeros negros, las ondas gravitacionales y quiere ser astronauta, un sueño cada vez más cercano porque su siguiente paso será estudiar astrofísica en Estados Unidos, para llegar a la NASA antes de los 20 años de edad.
A los tres años fue diagnosticada con el síndrome de Asperger, una condición que se encuentra dentro del espectro autista, lo que no le impidió terminar dos carreras, de ingeniería en matemáticas y, recientemente, ingeniería industrial en sistemas a sus 10 años, pero sí le causó dificultades en la convivencia con compañeros de su misma edad y con sus profesores.
“En la primaria me hacían bullying y mis maestros me decían que no podía, que tenía retraso, pero cuando me llevaron con mi doctora Pulido, me dijo que no era retraso, sino que era autismo”, compartió con la audiencia que asistió a su conferencia “Mi viaje a las estrellas”, en el marco de evento E-Tech Evolving Education.
Desde pequeñita decidió escribirle a Stephen Hawking, tenía unos cinco años y mucha persistencia, pues lo hizo durante más de dos años, porque admira su trabajo sobre los agujeros negros y el universo; al tercer año, le respondió y obtuvo de él una sus frases favoritas para seguir adelante.
“Le estuve mandando mensajes por dos años, pero no me contestaba. Ya que iba para el tercer año me había contestado. Me decía: querida Adhara nunca mires tus zapatos, sino mira a las estrellas”.
Enterarse de la muerte del físico británico la deprimió, pero también otro episodio difícil en su vida: cuando por cuestiones económicas no pudo ir a la NASA, a donde la invitaron para plantar una semilla que mandarían a Marte. “Estuve muy triste otra vez, negando la depresión y luego convulsiones y entré en coma dos días; no podía moverme, no podía abrir mis ojos, pero sí podía escuchar lo que el doctor decía”.
Esta situación la llevó a crear una pulsera inteligente para detectar las emociones de las personas con autismo o en coma, mediante códigos de colores y a través de una aplicación móvil, así como a escribir un libro autobiográfico, ambos proyectos que, dijo, llevan un buen avance.
Adhara, admiradora de Stephen Hawking, pero con un coeficiente intelectual superior al de él y al de Albert Einstein, puede convertirse en astrofísica y en la primera mujer astronauta más joven con autismo. Tiene un futuro inmenso, tan inmenso como el mismo universo a dónde llevará sus sueños.
La Universidad de Arizona, una de las más reconocidas en cuanto al tema espacial y aliada de la NASA en varios proyectos, ha externado su interés en apoyar a Adhara para que estudie astrofísica en la Facultad de Astronomía.
C$T-GM