Para gozar de una casa totalmente conectada, el gran desafío estará en el manejo y seguridad de los datos personales, que en algún momento van a ser utilizados, pero lo importante es que las sociedades, los gobiernos y los reguladores trabajen en conjunto para que se establezcan reglas claras y sencillas, aseveró Jean Dominique Seval, CEO de Soon Consulting.
“Esto está explotando, con la casa conectada, imagínense tenemos ahí todos los datos de nuestra vida digitalizados… los datos acerca de la edad, religión, la familia son algo del pasado con respecto a los datos de hoy; ahora hay datos de salud, de nuestras horas de vida, nuestros desplazamientos, cuentas financieras. Todos esos datos hoy están siendo instaurados a través de bases de datos que no siempre son bien manejadas”.
El autor del libro “Vous êtes déjà en 2025” reconoció que aunque el tema apenas está empezando a analizarse, se puede anticipar a las personas que la casa deberá ser transparente, sin muros, es decir, que se sepa qué información se está dando y qué se hace con ella.
“Estamos perdiendo nuestra vida privada, porque nuestra vida es desplegada y entregada a muchísimos actores y es importante controlar a esos actores; solamente si hacemos ese trabajo de control de los actores que tienen los datos, vamos a tener una vida libre”, aseveró al participar en el foro “Vivienda para un futuro conectado. Necesidades de conectividad en los hogares”.
El experto reconoció que hay grandes mercados de electrodomésticos inteligentes, algunos de los cuales van a estructurar el futuro de las “smart home”, porque captan casi 40 por ciento del mercado, con un crecimiento muy promisorio a causa del flujo constante de innovación.
Y aunque reconoció que más que una revolución, las viviendas conectadas han vivido una transición muy larga, actualmente ya fueron resueltos tres problemas: el primero, conectar la casa con el exterior. Aunque reconoció que si bien en la actualidad existen redes de banda ancha, una buena cantidad de viviendas en zonas rurales aún no tienen acceso a este servicio.
Otro es el problema de la conectividad interna, para lo que también se cuenta con tecnología y con el teléfono celular que permiten manejar todas las aplicaciones y dispositivos; “entonces, digamos que los grandes problemas que impedían que se desarrollara la casa conectada ya desaparecieron”.
Sin embargo, el gran desafío es manejar la acumulación de los objetos, para lo que hay dos vías que están quedando cada vez más claras, una la descentralizada, en la que los objetos son autónomos y conocen la manera de vivir, por lo que no hay que dirigirlos, y la centralizada.
“También necesitamos cierto nivel de centralización, pero habrá que ver quién será el rey de esta centralización. Hoy todavía no lo sabemos, porque no ha habido ningún actor dominante, tal vez nunca lo habrá, porque tal vez todo estará descentralizado, hoy es muy complejo todo porque todo está separado”.
Para el experto la casa conectada no es sólo un sueño de los ingenieros, sino que también se ha convertido en una guerra por el control de las casas inteligentes, una batalla sin fin que hasta el momento nadie ha ganado aunque todos han soñado con ser el actor dominante.
C$T-EVP