Prevención debe ser la constante para evitar sorpresas
El fraude con tarjetas bancarias, robo de identidad y el acceso no autorizado o indebido a la información personal se encuentran entre las principales preocupaciones de los consumidores mexicanos, de acuerdo con el Índice de Seguridad de Unisys 2017.
En opinión de Alejandro González Estrada, vicepresidente de Sector Público de Unisys Latam, si bien las inquietudes expresadas por los usuarios a menudo se basan en sus emociones, existen datos oficiales a partir de los cuales es posible sustentar dichos temores.
“De acuerdo con datos de la Condusef, entre enero y septiembre de 2016, los casos de fraude tuvieron un valor de 9 mil 550 millones de pesos; es una cantidad muy fuerte y estamos hablando de 5.4 millones de personas afectadas”.
Además, dijo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) indicó que en los últimos años, los fraudes a través de la banca electrónica han registrado un aumento considerable.
Los temores de los consumidores mexicanos representan un desafío para el nuevo entorno económico, pues el uso de internet para diversas actividades que involucran operaciones bancarias y financieras, así como sus beneficios en términos de oferta comercial pueden verse afectados.
Pese a los esfuerzos que realizan las instituciones que operan la banca electrónica y los incentivos para elevar el comercio electrónico en el país, los consumidores experimentan una falta de confianza y la sensación de “pérdida de control” de su información personal y bancaria que los lleva a preferir transacciones que no involucren medios digitales.
González Estrada puntualizó que los resultados de México son similares en el ámbito internacional, pues muestran que los consumidores en ocho de los 13 países encuestados consideraron el robo de identidad o el fraude con tarjetas bancarias como su principal preocupación.
Existen alternativas tecnológicas que contribuyen a elevar la confianza de los usuarios al realizar transacciones bancarias, compras online, al navegar por internet e incluso ayudándolos a sentirse seguros cuando van a lugares públicos como las aplicaciones biométricas, ocultación de datos y el cifrado», indicó el especialista.
Los niveles de sofisticación que alcanza la ciberdelincuencia son cada vez más altos; sin embargo, la prevención tanto en la esfera personal como en el ámbito empresarial es un elemento fundamental para aprovechar al máximo los beneficios de la tecnología y sus diversa aplicaciones.
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